Hace cuarenta años, las fiestas de moros y cristianos de Xixona eran una clara plataforma de promoción y captación de turistas, sobre todo extranjeros, que consumían en los bares, compraban helados en Ca Elías y Ca Coloma y degustaban turrón en la parà de Picola; la Federación y especialmente el Ayuntamiento deberían recuperar esa vertiente turística de los principales desfiles, aunque este año no sea el más indicado para ello
Los desfiles de moros y cristianos de Xixona, sobre todo la Entrada y el del Juicio Sumarísimo del Moro Traidor, destacan por la elegancia, la solemnidad, la ceremonia, el colorido, la marcialidad, el buen gusto y la excepcionalidad de la música de las bandas procedentes de toda la Comunidad Valenciana. Hace cuarenta años, eran un potente polo de atracción turística, especialmente de visitantes extranjeros: ingleses, alemanes, franceses, holandeses y hasta americanos originarios del estado de Nueva York…
Bon dia:
Efectivamente amigo Bernat, como en casi todo nos hemos acomodado y simplemente hemos dejado pasar el tiempo, sin pensar en el mañana.
Xixona lo tiene todo como cuna de turrón, helado y turismo rural e industrial, y también festero y musical. Es cuestión de promoción, promoción y promoción, don Manolo Turrodelia!!!!!!