Cuando el timbal habla y le dice al Garri: «Hola, amic»

La Orquesta del ADDA, bajo la dirección de Josep Vicent y con la participación del solista internacional de timbal Javier Eguillor, llenó anoche hasta la bandera (todo lo que permite el covid) para homenajear al empresario turronero y expresidente de la Cámara José Enrique Garrigós

Lleno hasta la bandera. Bien, todo lo lleno que nos deja el maldito covid. Se acabó el papel e incluso se quedaron jijonencos a las puertas sin poder acceder, ayer por la tarde, al auditorio ADDA de la Diputación de Alicante, organizadora del entrañable homenaje a José Enrique Garrigós, el turronero El Garri, que quedó pendiente en abril por obra y maldita gracia de la primera ola de la pandemia y el consecuente confinamiento de la población bajo el estado de alarma.

 

 

Anoche, bajo un cielo otoñal imprevisible, con una luna llena o casi que asomaba por el alero del bonito auditorio como testigo omnipresente que incluso pintaba un rostro con alguna lágrima, cual reliquia de la Santa Faz para protegernos a los muchos incondicionales del Garri y a todos, el homenaje impulsado por el mismísimo Carlos Mazón, presidente de la Diputación y estrecho colaborador de Garrigós durante muchos años en la Cámara de Comercio de Alicante, resultó francamente un éxito musical: una de las disciplinas que, en sus pocos ratos libres, más practicaba el desaparecido turronero y expresidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen durante un cuarto de siglo.

Además, como convencidos hasta la médula lo volvemos a decir: el mejor embajador que nunca jamás haya tenido el pueblo de Jijona, la marca de pueblo colectiva, en general, y el dulce navideño más universal, en particular.

 

Nos hubiera gustado escribir esta modesta crónica en el blog del turrón Made in Jijona en valenciano, la lengua vernácula con la que nos entendíamos con el Garri, pero por respeto al organizador, Carlos Mazón, el cual no lo habla ni escribe pero no lo rechaza, el idioma, digo, usamos la lengua de Cervantes, bella también hasta los confines manchegos.

 

 

Nada más acceder al anfiteatro musicial, bajo estrictas y preceptivas medidas de seguridad sociosanitarias, como el gel y la distancia física por la mismísima puerta, coincidimos en tiempo y forma, cara a cara al medidor de la temperatura manejado por sendos vigilantes jurado, con el mismísimo Carlos Mazón, presidente de la Diputación y, según nuestra modesta opinión, virtual candidato a las elecciones próximas de presidente de la Generalitat Valenciana bajo las siglas del Partido Popular.

Un hombre que quería, en verdad, al Garri, y el Garri a él. Estrecho colaborador del turronero en sus siete años al frente de la Cámara de Comercio de Alicante, tuvieron ambos que lidiar con la anterior crisis económica, la supresión de la cuota permanente cameral de las empresas, la bajada de ingresos, la ingeniería financiera para salir adelante, los eres de extinción en la Cámara y con decenas de obstáculos más. Pero, a diferencia de otras Cámaras de Comercio de España, nunca la de Alicante entró en bancarrota ni quebró. Salió airosa.

 

Pasamos simultáneamente la prueba de temperatura, una suerte de salvoconducto para acceder a actos culturales o de cualesquiera otra clase en tiempos de nueva normalidad aún no normalizada:

Aprovechamos para saludar al presi por el hall del auditorio:

–  Buenas noches, presi.

–  Buenas noches, Bernat.

–  ¿Te ha permitido tu atiborrada agenda oficial de la Diputación asistir al concierto homenaje al Garri?

–  Mi agenda oficial es hoy el concierto al Garri.

Huelgan más palabras.

Allí se hallaban ya ocupando sus asientos distanciados los que realmente querían a José Enrique en vida. A saber, su esposa Mamen, sus hijas Marta y María y sus nietos, su hermano, el también turronero Pablo Garrigós Ibáñez y esposa y sus amigos jijonencos de toda la vida, aquellos con los que el Garri compartía cada sábado, en la cenita del Casino, sus vivencias empresariales y sociales de sus muchos años de representación en el turrón y en el mundo empresarial.

 

También se hallaban muchos otros amigos e incondicionales de José Enrique. Por ejemplo, el presidente de la Cámara de Comercio, Juan Riera, Andrés Sevila, secretario general, y el actual jefe de Gabinete de la Diputación y ex jefe de Prensa de la Cámara, Santiago Lumbreras.

También el secretario del Consejo Regulador del Turrón, Federico Moncunill, y el presidente de la patronal alicantina Uepal, Juan José Sellés, el cual también ofrece turrón jijonenco de calidad en su tienda gastronómica Bardisa. O el jefe del grupo Vectalia, Antonio Arias, a quien unía una relación cercana con el Garri y a quien no pudimos, de momento, trasladar la necesidad de cambiar el autocar urbano que cubre la ruta interurbana de Jijona-Hospital de San Juan, un trasto andante inseguro que el pueblo del turrón no merece bajo ningún concepto.

Cerca de Arias se encontraba la alcaldesa de Xixona, Isabel López Galera (por cierto, al de Alicante, Luis Barcala, no lo vimos), nos comentó que el espíritu navideño ya se vive en Xixona, tras el encendido oficial de la iluminación del Belén, de las calles comerciales o del casco antiguo e incluso del reconstruido castillo sarraceno.

Cerca de Arias se encontraba la alcaldesa de Xixona, Isabel López Galera (por cierto, al de Alicante, Luis Barcala, no lo vimos). La jefa del Ayuntamiento de Jijona, cuyo Pleno aprobó por unanimidad hace dos días pedir un autocar más seguro y versátil para la línea del pueblo turronero, nos comentó que el espíritu navideño ya se vive en Xixona, tras el encendido oficial de la iluminación del Belén, de las calles comerciales o del casco antiguo e incluso del reconstruido castillo sarraceno.

Coincidimos con ella plenamente en que los visitantes que llegan estos días a Xixona y que llegarán en próximas semanas a comprar turrón acabado de hacer, y los propios jijonencos, incluidos los niños, nos merecemos un poco de alegría prenavideña en este atribulado año que nos ha tocado vivir. En ubicación próxima, el concejal portavoz de C’s en Xixona (quien cogobierna con López) y diputado de Obras de la Dipu, Javier Gutiérrez.

 

Bajo una batuta que mejora por horas, la del director alteano Josep Vicent, y en medio de una orquesta del ADDA que está cumpliendo la mayoría de edad incluso antes de los dieciocho años, el concierto homenaje arrancó con un pasaje (la jota final) del Sombrero de Tres Picos, de Manuel de Falla, una obra que, según la presentadora del acto, retrata la «energía positiva» que también irradiaba el homenajeado, el bueno del Garri, incluso en momentos menos amables.

https://www.facebook.com/MadeinJijona/posts/3507246739323555

 

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Y en eso que salió por uno de los laterales, en la segunda obra del programa previsto, el timablero internacional y solista en la Orquesta de Valencia, el xixonenc Javier Eguillor, quien siempre ha profesado gran amistad con el homenajeado, desde sus inicios musiciales.

Era la primera vez que interpretaba con orquesta el concierto para timbal del compositor americano Michael Daugherty. Y no defraudó a nadie. El timbal hablaba. Interactuaba con el resto de músicos de la brava orquesta del Adda, con su director e incluso, más allá de las luminarias del escenario de madera del auditorio, con el mismísimo José Enrique Garrigós proyectando al cielo palabras sinceras como aquella que dice: Hola, amic!!!

Pensamos que hubo comunión entre público y timbal, un instrumento que no es, ni mucho menos, ruido y cuya modulación y acoplamiento con violas, violines, contrabajos y flautas traveseras alcanza cotas de expresión de formidable plasticidad. La poética del timbal alrededor de versos con rima asonante en pares e impares de instrumentos de viento y cuerda. Una pieza breve, pero lo breve, si bueno….

El xixonenc Eguillor, que fue el único en tomar la palabra en el acto (quitado de las intervenciones de personajes públicos en el video de introducción al concierto) aprovechó para dar las gracias a la Diputación por el homenaje tan bien organizado

El xixonenc Eguillor, que fue el único en tomar la palabra en el acto (quitado de las intervenciones de personajes públicos en el video de introducción al concierto), aprovechó para dar las gracias a la Diputación por el homenaje tan bien organizado, alabó a la orquesta del ADDA y a su director Josep Vicent y contó una anécdota de hace unos años vivida con éste y con el Garri en la que el turronero le dijo al de la batuta: – Mestre, açò que comences ara serà molt important per la província d’Alacant, en alusión directa a la orquesta, que mejora desde su fundación sencillamente a ritmo de actuación, según nuestra modesta interpretación.

Tchaikovsky y su sinfonía número 6 Patética fue, quizás, el momento de mayor elaboración musical anoche, con unos pianos inverosímiles en sus diversos movimientos dignos de las mejores orquestas del mundo, con vientos preciosistas y cuerdas disciplinadas.

 

En el concierto tampoco faltaron músicos de pueblos, entre ellos de Xixona. Como el trompetista profesional Edgar Zaragoza y su padre Alfonso Zaragoza, ambos organizadores del Primer Festival Internacional de Trompeta Ciutat de Xixona junto a los maestros de la trompeta Manuel Blanco y Ortí. También saludamos al compositor de música festera y músico de Mutxamel Mario Esteve.

Sin duda, una velada dulce, melosa por los cuatro costados, un merecido homenaje a quien entregó muchos de sus esfuerzos, horas, sudores, sinsabores y alegrías a su pueblo natal y al conjunto de la provincia. Para que la vida de todos fuera pues eso, algo más dulce, como el turrón que, 500 años después, se sigue elaborando con oficio, pasión, amor y tradición en su querida Jijona.

La vida es corta, pero dulce! La vida és curta, però dolça!

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