De la corbatería de París a la fecha de la receta del ‘turrón más caro del mundo’

Lo hemos leído muy recientemente en el diario nacional nativo digital El Español y también se lo oímos decir, el pasado puente de la Constitución, con ocasión de la Fira de Nadal de Xixona, al Cronista municipal, Bernardo Garrigós: el eslogan de ‘1880, el turrón más caro del mundo’ no nació en París sino en Jijona

Nuestra teoría, que la habíamos oído contar al mismísimo propietario, en décima generación, de Confectionary Holding, José Manuel Sirvent Baeza, residía en el viaje que su abuelo realizó a París, uno de sus muchas rutas turísticas por todo el mundo. Es decir, aquella de la camisería en la zona comercial de la capital francesa.

Ya nos dejó con la mosca en la oreja el cronista oficial de Xixona, Bernardo Garrigós, durante la Fira de Nadal, tras visitar, por enésima vez, la exitosa exposición que monta como actividad paralela y cultural. También apuntó a la teoría de la receta, como origen del eslogan famoso del turrón más caro del mundo, más allá de aquella que citan otras muchas fuentes (incluso de la propia empresa El Lobo y 1880) a lo largo de los tiempos del viaje a París del abuelo del actual propietario, Juan Antonio Sirvent Selfa.

Así lo cuenta en un report reciente, del pasado día de Nochebuena, el diario digital nativo nacional El Español:

«Tengas la edad que tengas, te sonará el jingle de “El Lobo… ¡Qué gran turrón!” o “1880: el turrón más caro del mundo”. El primero, valga la redundancia, supuso el primer registro sonoro de marca a nivel europeo y el segundo, y al contrario de lo que vende, no es el que tiene el precio más elevado, pero sí que cuenta con una historia. “1880 es el año en el que se escribe la receta, pero realmente es un turrón que no se comercializa hasta 1939, puesto que antes era una receta que solo se utilizaba para regalar a la familia y a los empleados de la casa, algo especial para cuando ya se había elaborado todo lo demás. Pero cuando se decide comercializarlo, hacen el escandallo de costes y se dan cuenta de que los ingredientes son carísimos y dijeron: “¿Pero esto quién lo va a comprar si es el turrón más caro del mundo?”. Y se quedó con ese eslogan, en una época muy difícil, además”.

 

 

Elijan, si lo desean, la que más gusten.

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