La formuló en su perfil de Facebook tras una visita familiar a la Feria de Navidad y Turrón y tuvo mucha interacción además de que fue muy compartida y comentada, pues este prestigioso pediatra (muy activo y divulgativo en redes sociales) estuvo mucho tiempo en el hospital de San Juan y atendió a muchos jijonencos milenials en sus primeras horas de vida y en sucesivos meses
«Es Jijona (Xixona en valenciano) una pequeña población de interior con uno de los mayores términos municipales de la provincia de Alicante, aunque su población actual no llega a los 7.000 habitantes. Hoy es un población pequeña, pero cabe no olvidar que Jijona tiene el título de Ciudad, otorgado por el rey borbón Felipe V por apoyarle en la guerra de Sucesión contra Carlos de Austria a principios del siglo XVIII y en su día fue una plaza importante porque llegó a ser el límite más al sur de la Corona de Aragón.
Como reza su eslogan, es el lugar más dulce del mundo y ello por sus dos grandes pulmones económicos: principalmente por el turrón artesano, pero también por su industria del helado, que hace que el nombre de este maravilloso pueblo tenga repercusión nacional e internacional.
Y es que gran parte de la población de Jijona se relaciona con estos dos motores económicos, si no los dos, pues en realidad se dividen la actividad en cada una de las mitades del año: la mitad del año el pueblo de enfrenta a producir gran parte del turrón que consumimos en Navidad en España (y otros países) y la otra mitad del año se da la diáspora de jijonencos por los pueblos de nuestro país, que raro será el que no cuente con una heladería de Jijona.
Esto le hace un pueblo milagro, pues resulta sorprendente que en un lugar sin muchos almendros y sin demasiadas colmenas (los dos productos esenciales del turrón, junto con la clara de huevo y el azúcar) atesore la mayor parte de la producción del turrón del país
Y esto le hace un pueblo milagro, pues resulta sorprendente que en un lugar sin muchos almendros y sin demasiadas colmenas (los dos productos esenciales del turrón, junto con la clara de huevo y el azúcar) atesore la mayor parte de la producción del turrón del país, especialmente en sus dos variedades más conocidas (la de Jijona y la de Alicante) y aquí encontremos las marcas que han marcado toda nuestra infancia: Antiu-Xixona, El Lobo & 1880, Picó, El Abuelo, El Artesano, El Almendro, Coloma, La Colmena, La Carrasqueta, Merche, José Garrigós, Rovira e hijos, entre otros.
El boixet, el verdadero corazón que late en las fábricas de Jijona
De hecho, una de las visitas imprescindibles es el Museo del Turrón, situado a las afueras en la fábrica El Lobo & 1880, allí donde se puede aprender que la almendra es el fruto más consumido del mundo, que la miel es el oro líquido sin fecha de caducidad y que ambos se mezclan en el boixet, el verdadero corazón que late en las fábricas de Jijona.
Pero en Jijona destacan otros lugares de visita, en donde destaca el perfil de su castillo de grandes dimensiones sobre el cerro, también conocido como Torre Grossa, y cuyo origen se remonta a la época de los almohades a finales del siglo XII. Ya en la población destacan la Iglesia Arciprestal de Nuestra Señora de la Asunción (de estilo renacentista se construyó a finales del siglo XVI, aunque su altar mayor se remodeló en el siglo XVIII tras ser destruido por un incendio, y donde destaca su campanario de piedra coronado por un curioso capitel de teja verde y blanca) y la Iglesia de Santa María (que cuenta la leyenda que fue el propio Jaume I quien ordenó su construcción).
Citar también el horno del Raval, de origen morisco y aún en funcionamiento. Y por su ubicación, en Jijona también se pueden disfrutar de diversas rutas senderistas como las rutas del Migjorn o del Cabeçó d’Or.
Después de tres décadas de ser pediatra de miles de niños y niñas de la provincia de Alicante, muchos de ellos lo han sido de este pueblo tan especial y que tan buenos recuerdos atesoro
Pero nuestra visita, por primera vez, a la Feria de Navidad de Jijona (del 3 al 8 de diciembre), solo sirve para que confirme ese eslogan de “el lugar más dulce del mundo” o, al menos, el pueblo con las personas más dulces del mundo. Después de tres décadas de ser pediatra de miles de niños y niñas de la provincia de Alicante, muchos de ellos lo han sido de este pueblo tan especial y que tan buenos recuerdos atesoro, con familias que no tengo duda de que se nutren de esa dulzura y cuyo recuerdo permanece. Espero que para ellos sea de la misma forma, pues de eso va la vida, de dejar dulces recuerdos… en Navidad y en cualquier época del año.
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