#DiaMundialdelMedioAmbiente: Verdes aventuras dulces en las montañas de Jijona

Selección de las fotografías que hemos realizado desde Navidad por el vasto y diverso término municipal del pueblo del turrón (el quinto más grande de la provincia de Alicante y sin duda un buen lugar para hacer auténtico turismo de interior) y que más nos han cautivado por panorámica, color, luz…

Puedes mirar al horizonte o a una incipiente encina cubierta de nieve o de verde esmeralda, ya en primavera.

Puedes dejarte llevar para contemplar a tu alrededor tanta belleza natural.

Puedes subir o bajar y volver a subir para bajar definitivamente.

O puedes regresar al punto de partida y escoger el camino más llano.

 

Puedes elegir el sendero de noche o de día. Al caer la tarde o cuando rompe el amanecer por el omnipresente Cabeçò d’Or.

 

Y puedes meter oxígeno en vena y respirar aroma a romero fresco, a cantueso y a rabet de gat.

 

 

Y observar las sombras que aparecen y desaparecen en un mar oceánico de pinos desde el alto del Montagut, con el principal valle de Xixona alejándose de modo suave de tu vista.

 

 

Y alcanzar casi sin darte cuenta el mar Mediterráneo y la Isla de Tabarca y el faro de Santa Pola.

 

O ver a esa abeja succionar la flor de almendra en los campos arados de la Carrasqueta a finales de febrero y principios de marzo. O sentir el rocío en las losas calcáreas de la Penya Reona.

Y oír el canto del ruiseñor y el arrullo de la paloma torcaz. O escuchar los cantos rodados por el despeñaperros de Roset y el barranc de les Carrasques Negres mientras corren a toda prisa las arruís o los muflones.

O sentirte observado de cerca y de lejos por los jabalíes y los ciervos, camuflados en el interior espeso de la auténtica selva xixonenca del Llentisclar, Capúa, Canyarets y Font de Ferro.

Y oler a huevo podrido en esta fuente de aguas manantiales de colores sorprendentes.

 

Y otear sin esperarlo, en el agujero que deja la pinada en descenso del Montagut la cumbre blanca recién nevada de la mítica Aitana, abrigada de frío imprevisto el día del padre.

 

 

 

 

 

O escuchar el rumor permanente del agua por el cauce fluvial o el sistema de antiquísimas acequias en la partida fértil y, al tiempo árida, de Montnegre de Dalt

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y qué decir de otra omnipresente, la Penya Migjorn, con agujero en la roca que parece excavado ex profeso para pintar el reloj que guiaba a los marineros.

 

Y ensordecerte de silencio hasta los tímpanos en lo alto de Els Plans, cima ya en la vecina Alcoy pero que no deja de ser algo jijonenca y desde donde se pueden contemplar, hasta en días pocos claros, los cuatro puntos cardinales y sus bellísimas composiciones.

Y como culminación a un abril más húmedo de lo habitual y unas lluvias también generosas a finales de mayo, se despide el mes de las flores con olores rosas y verdes colores por doquier a los pies de la permanente Carrasqueta, donde puedes tocar el cielo y simultáneamente el pedazo de Mediterráneo.

Este artículo se lo dedicamos al mundo del senderismo en general y, muy en particular, a nuestro compañero en ruta Miquel Valois, caminante infatigable torruanojijonenco amante de la montaña y de la naturaleza verde.

 

La vida es corta, pero dulce! La vida és curta, però dolça!

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