«El maestro turronero Colomina era una institución en El Gaitero, le recordamos con mucho cariño»

José Cardín, el gerente y vicepresidente actual de la famosa empresa sidrera de Villaviciosa Valle, Ballina y Fernández SA, explica que «cuando llegaba de Jijona Daniel con su gabardina todo el mundo coreaba aquí en Villaviciosa ¡llegó el del dulce, llegó el del dulce!; una persona muy entrañable»

josé Cardín en la planta embotelladora de la sidra El Gaitero ‘famosa en el mundo entero’./FOTO JOAQUÍN PAÑEDA (EL COMERCIO)

La empresa asturiana Valle, Ballina y Fernández, SA, nacida en el municipio asturiano de Villaviciosa en el año 1890 y conocida por su popular marca de sidra ‘El Gaitero’ https://www.sidraelgaitero.com, también produce y comercializa (dentro y fuera de España) turrones y dulces navideños. La fábrica para elaborar con materias primas básicas como almendra, miel y azúcar se halla en el mismo complejo de Villaviciosa, junto a la ría. Tiene dos boixets y presenta casi las mismas características artesanas que imprimió hace setenta años su primer ‘maestro turronero’, el emprendedor jijonenco Daniel Colomina.

El actual gerente y vicepresidente del consejo de administración de esta institución empresarial asturiana, José Cardín, de 77 años e hijo del conocido médico asturiano del mismo nombre (1905-1992), el gerente durante la década de los 50 y pieza clave en la “refundación de la empresa tras los años difíciles que vivió la entidad y el sector del comercio en general tras las guerras”, se ha puesto en contacto con el dulce blog Made in Jijona para relatar cuáles y cómo fueron los orígenes de la vinculación turronera de la empresa El Gaitero.

«El maestro turronero Daniel Colomina era una institución aquí, le recordamos con mucho cariño», nos ha explicado hoy mismo el gerente actual de la empresa, José Cardín. «Cuando llegaba Daniel tras la campaña del helado y de las fiestas de su pueblo, Jijona, todo el mundo aquí en el Gaitero coreaba «llegó el del dulce, llegó el del dulce». «Constituía toda una institución, era ya como algo típico aquí», recuerda el directivo de la importante empresa sidrera creada en el año 1890.

Detalle de la fábrica de sidra El Gaitero a mediados del pasado siglo./FOTO EL GAITERO

Además, rememora que «Daniel era una persona muy entrañable, aún recordamos que nos hacía a todos los chiquillos con sus manos figuritas de mazapán, además de que era un trabajador incansable, pues no paraba durante los tres meses que venía a Villaviciosa desde Jijona y estuvo viniendo varios años».

El empresario y directivo José Cardín explica que el fundamento de la empresa, con 130 años de antigüedad, siempre fue la manzana y, a partir de su procesamiento, la sidra y otros productos como las mermeladas y las gelatinas. «En aquellos primeros años ya adquirió mucha importancia, como la tienen ahora, los productos derivados de la manzana, los dulces como el dulce de manzana, las mermeladas y las gelatinas», añade José Cardín.

«Tradicionalmente venía un maestro dulcero de Cataluña, pero se rompió la cadena y vino de Jijona»

A mitad del siglo pasado fue cuando, con la refundación y consiguiente relanzamiento de la empresa sidrera El Gaitero de la mano de su padre, el médico José Cardín, entró en escena, en el imaginario sidrero, el maestro turronero, o mejor dicho, el «maestro dulcero». «Tradicionalmente venía un maestro dulcero de Cataluña, tradicionalmente había sido así, para controlar la campaña de recolección de la manzana y el uso de pulmas, pero este señor tuvo problemas con el apoderado y se fue a ver a mi padre para decirle; ‘Si este señor (el apoderado) sigue, yo me voy'». Fue entonces cuando el padre del actual gerente, que «era un hombre tranquilo», le espetó a aquel maestro dulcero catalán: «¿Cuándo se marcha?».

Línea de envasado de la fábrica de El Gaitero hace más de medio siglo./FOTO EL GAITERO

Ahí entra en acción Daniel Colomina. «Se rompió en la fábrica de El Gaitero la cadena de los maestros dulceros catalanes y llegó un señor de Jijona llamado Daniel Colomina». Fue el emprendedor jijonenco, ducho en el mundo del dulce con la elaboración de albúmina (clara de huevo) y melón escarchado y confitado, el que convenció a José Cardín de que la división de dulces de la fábrica El Gaitero no tenía que funcionar sólo dos meses al año, si podía hacerlo todo el año. «Primero probaron con una gama de chocolates, pero había mucha competencia en la zona de Asturias y fracasó; un tiempo después convenció a mi padre con la elaboración de turrón y tuvimos toda la maquinaria menos los boixos» (mortero que golpea a una caldera para elaborar de forma única el turrón de textura blanda o variedad Jijona). Más tarde llegaron los dos boixets que la empresa posee en estos momentos para realizar la elaboración del turrón de textura blanda que, bajo la IGP Jijona, se denomina variedad ‘Jijona’.

Tortas de turrón duro El Gaitero, de Villaviciosa./FOTO EL GAITERO

Hubo un tiempo en el que, según explica José Cardín, El Gaitero elaboró y comercializó su turrón blando y duro bajo las indicaciones y denominaciones Jijona y Alicante al estar acogido al Consejo Regulador. «Tuvimos quer comprar, por temas legales, un local en Jijona y creamos la marca Torre Grossa, lo vendíamos a nivel regional en Asturias y adquirió mucha fama, hasta que se acabó la Navidad con el lanzamiento de nuestra gama de turrones y la mitad del que sobraba había que ir a recogerlo y la otra mitad dejarla al distribuidor a mitad de precio; de ahí que, ante la sopresa que causó en la empresa este sistema de devolución, con el que no contábamos, no fue del agrado del proyecto y se abandonó como tal», explica el gerente de la mercantil de Villaviciosa.

«Es un producto muy bueno, fresco y que vendemos muy caro a los pocos clientes que tenemos, porque es un producto que resulta caro y ni podemos ni pretendemos competir con la industria turronera de Jijona».

Por ello, y prácticamente desde su mismo lanzamiento, la división turronera de El Gaitero es para consumo propio. A saber, «para la casa, para nuestras cestas y para los obsequios para clientes o proveedores», explica Cardín. «Es un producto muy bueno, fresco y que vendemos muy caro a los pocos clientes que tenemos, porque es un producto que resulta caro y ni podemos ni pretendemos competir con la industria turronera de Jijona».

El boca a boca ha permitido a El Gaitero que, setenta años después del lanzamiento de su turrón y dulces navideños, como polvorones o pasteles de gloria y yema, así como el pan de Cádiz, siga elaborando y comercializando a pequeña escala sus dulces made in Jijona. «Hacemos envíos a profesionales y clientes particulares que figuran en una lista desde hace medio siglo, así como a las catequesis del Concejo y a una tienda de pastelería de Villaviciosa y las pastelerías Suiza de Oviedo y Argentina de Gijón», explica Cardín a este blog.

Turrón blando de la marca El Gaitero./FOTO EL GAITERO

«Así seguimos muchos años después, iniciando el proceso con el tostado de la almendra en el mes de octubre, por la fiesta de la Pilarica, más o menos, y hacemos un turrón muy fresco y natural, sin ningún conservante, pues agotamos la fabricación entera y muy rápidamente», añade el gerente de El Gaitero. El mercado exterior tampoco lo han conquistado, porque tienen en la empesa claro que no es su sector. «Lo nuestro son las manzanas, los dulces de manzana y la sidra», insiste Cardín. No obstante, cuentan con un cliene en Miami que «es testimonial y al que sólo enviamos cada año un palé de turrón y dulces navideños». «Es un producto que, eso sí, nos da mucha satisfacción y lo cuidamos todo lo que podemos, con fórmulas tradicionales», sentencia.

José Cardín cuenta una anécdota que, según él, se atribuye a su padre, el médico que relanzó y refundó El Gaitero a mitad del siglo pasado. «Recibimos una notificación de Turrones El Lobo de Jijona en la que nos decía que no podíamos usar el nombre de Jijona y Alicante en nuestros turrones y nosotros contestamos que sí teníamos autorización, lo que incomodó a mi padre, el cual decidió no sólo quitar las denominaciones Jijona y Alicante sino que creó la marca El Mastín, para comerse a El Lobo; la marca fue un fracaso total, pero nosotros seguimos orgullosos con nuestros turrones navideños», abunda el gerente y vicepresidente de la importante empresa Valle, Ballina y Fernández, SA, un emporio económico cuyas instalaciones, junto a la ría de Villaviciosa, han sido declaradas Patrimonio Histórico Industrial y superan los 40.000 metros cuadrados y la elaboración de 27 millones de litros anuales de sidra El Gaitero, ‘famosa en el mundo entero’, mucho más que sus turrones, aquellos que enseñó a elaborar con mano artesana y dulcera Daniel Colomina, El Sifonero, un xixonenc que «enseñó a dos o tres de nuestros empleados sidreros y que, pese a los cambios generacionales, se ha mantenido la profesionalidad y el oficio», asegura José Cardín. La fábrica turronera de El Gaitero es la misma que hace setenta años, «lo hacemos todo artesanalmente y la única inversión que hemos hecho fue hace tres años con una máquina para envolver los polvorones, que también se agotan pues todo aquí es contra pedido».

 

https://www.madeinjijona.com/turrones-y-dulces-el-gaitero-famosos-en-el-mundo-entero/

 

 

 

 

 

La vida es corta, pero dulce! La vida és curta, però dolça!

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