Hermanos Blay de Montnegre de Dalt: toda una vida con agricultura delicatessen de proximidad

Desde pequeños, los jijonencos Vicente, Víctor y Ángel aran, miman y cosechan los fértiles bancales de la vega del río que nace en el pantano de Tibi, oficio que han heredado de su padre, y garantizan desde hace un siglo el disfrute de productos extremadamente frescos y saludables en los mercados de abastos y lonjas de Alicante

 

Vicente, con 69 años; Víctor, con 64; y Ángel, con 56, son tres hermanos que llevan toda una vida dedicada a la agricultura de calidad y de proximidad, en las tierras fértiles de Montnegre de Dalt, término municipal de Xixona. Han heredado, mejor dicho mamado, el amor al terruño, al agua, a la simiente característica de la zona, lo cual proporciona productos hortícolas pata negra.

 

El padre de los hermanos Blay Sirvent de Xixona ya trabajaba la tierra y sus preciados frutos abastecían los mejores mercados de abastos de Alicante hace un siglo. Son los últimos mohicanos de la agricultura en un paraíso llamado Montnegre, regado por las aguas interminables del pantano de Tibi.

 

Son una suerte de bendición no sólo para una partida rural, la más grande en extensión de las pobladas en el vastísimo término municipal de Xixona. Una bendita suerte no sólo para el mantenimiento agrosostenible de la zona y frente a la despoblación de eso que ahora se viene en llamar la España vacía o vaciada. Además, son una bendita suerte para los muchos alicantinos que les hemos comprado (durante un tiempo incluso en El Corte Inglés y ahora en el Mercado Central de Alicante directamente y en otros muchos puntos a través de la engrasada logística de Mercalicante). Que hemos disfrutado con sus patatas únicas de piel morena y textura sinigual de clase argenta, con simiente jijonenca patanegra. O con acelgas, espinacas, cebollas dulces como el turrón de Jijona, tomates, pimientos, cuarnets y judías de la manteca (casi desaparecidas de los campos fértiles de aquí y de allà).

Hemos disfrutado con sus patatas únicas de piel morena y textura sinigual de clase argenta. O con acelgas, espinacas, cebollas dulces como el turrón de Jijona, tomates, pimientos, cuarnets y judías de la manteca

En Horto Blay, C.B Productos Agrícolas de Montnegre, de los hermanos Vicente, Víctor y Ángel Blay Sirvent, con apellidos xixonencs, se trabaja desde la salida hasta la puesta de sol. Rodeados, eso sí, de un medio ambiente paradisíaco, único, sostenible y en el que el rumor del agua y el canto del mirlo de pico naranja o el silbido aterciopelado del ruiseñor entre la selva de cañas del río devienen en un mar de paz y tranquilidad, pese al sudor del esfuerzo de quienes aran, plantan, riegan y cosechan.

Made in Jijona, el blog del turrón, helado y turismo rural de Xixona, madrugó ayer jueves para vivir de primera mano ese primer tramo del eslabón de toda una exquisita cadena alimentaria: la collita o recogida y posterior preparación en cajas del género antes de ser transportado a Mercalicante y el Mercado Central. Los hermanos Sirvent Blay, así como el empleado de origen ecuatoriano Hilbert y el oriundo montnegrer José Luis Sirvent Coloma (al que se considera uno más de la familia) han madrugado, sin embargo, mucho más.

Llegamos a la estación base de Horto Blay embelesados por un olor a tierra mojada gracias a un mes de abril inesperadamente lluvioso, lo cual no hace sino acrecentar los sentidos de la pituitaria en una zona ya de por sí húmeda por los chorros de agua que bajan mansas por el lecho del río de Montnegre o con cierto ímpetu por las acequias que en las márgenes derecha e izquierda del curso fluvial llevan ese bien tan preciado como es el agua pura y cristalina a pie de tahúlla. Al mismo tallo del perejil, por ejemplo.

Y perejil es lo que están cosechando de forma primorosa los hermanos Ángel y Vicente, ayudados por una hoz del tipo adecuado al uso, cuando nos adentramos en los bancales, también alineados de forma coincienzuda, cuadriculada, con amor a la tierra y lo que ella nos regala.

Hilbert, un ciudadano de origen ecuatoriano con nacionalidad ya española tras 20 años trabajando con los Blay y plenamente integrado en este ecosistema agrícola, etnológico y natural del Montnegre, permanece agachado mientras cosecha una a una, como si fueran piezas de porcelana, las hojas de acelgas brillantes aún por el rocío de la noche.

Perejil, acelgas y cebollas, por cierto estas últimas más pareciesen un bocado próximo al turrón de Jijona elaborado con miel de romero o mil flores por lo dulces que resultan en boca. Otro delicatessen codiciado y cotizado en las lonjas alicantinas.

Ha llegado el momento de pelar las hojas exteriores a mano, una a una, de esas esplándidas cebollas. Tan blancas como la tierra que se ara  y riega. Tan apetitosas que no podemos resistirnos a comernos una a ‘mos reó’ (a bocados, queremos decir).

«¿Si reparten ustedes a Mercalicante de lunes a viernes significa que el fin de semana pueden descansar?», les preguntamos sabedores de antemano de la contestación. Nos dicen que el fin de semana, también al bancal

Los hermanos Blay Sirvent, a los que se une ese otro agricultor montnegrer José Luis Sirvent Coloma bajo la sombra de una resplandeciente higuera en un día que sale soleado pese a la irrupción de las nubes de mediodía que descargan agua vespertina en este atípico abril, nos atienden con exquisita educación, por supuesto en valenciano xixonenc, o xixonenc valenciano.

Con esa acertada y humilde oratoria

Con esa acertada y humilde oratoria de quien tiene la piel ciertamente quemada por el sol y el frío de décadas de terruño y agua, a quienes también les delatan los callos de las manos de un trabajo que no cesa ni en fin de semana.

«¿Si reparten ustedes a Mercalicante de lunes a viernes significa que el fin de semana pueden descansar?», les preguntamos sabedores de antemano de la contestación. Nos dicen que el fin de semana, también al bancal. En este mundo de la agricultura tradicional, delicatessen y de proximidad, siempre hay que preparar. Siempre hay que mimar la tierra, darle cariño al bancal.

En una pedanía o caserío lejano al casco urbano de Xixona, los Blay Sirvent son los últimos mohicanos no sólo de la agricultura. También de una forma de ser en un poblado enseñoreado y determinado por el agua que llega del pantano de Tibi en el que, aunque parezca increíble, ni hay agua potable ni luz eléctrica. Y donde el camino oficial circundante con dirección al pueblo del turrón o a Mutxamel y Alicante, más que bacheado, está para el arrastre.

Donde el internet no tiene cobertura porque no hay fibra óptica que valga entre zarzales y cañas, ni por arte de birlibirloque de las tecnológicas de las ondas y parabólicas.

Los hermanos Blay Sirvent no sólo mantienen intacto el amor a la tierra que les infundió su padre agricultor, sino también por un ecosistema tan único como lo es este Montnegre de Dalt, pedanía dicen muchos vecinos maltratada históricamente, como si fuera ajena al pueblo de Jijona.

Pero paralela y paradójicamente tan paradisíaca, colorista, musical, húmeda, blanca, verde y olorosa. Bella.

 

 

La vida es corta, pero dulce! La vida és curta, però dolça!

2 Comments

  1. Francisco peñalver guixot Responder

    Hola, yo soc Paco, el fill xicotet de camilo y fina, els meus xermans, son marcos, Carlos, paco( que soc yo) y mari carmen, ma alegre molt de saver de vosatros, ancara que clar esta quesi mos vem per el Carrer, en els anys que an pasat sense votemos, igual ni mos conexem, a! Y saludos a pepito (bolta nova) , o com resa en el scrit, José sirvent coloma, yo trevalle com a xofer en transports internacionales frigoríficos, no mol llarc de les bones coses que dona la mare Terra, ancara que lo que yo duc so menxen en inglaterra que es de aon estic escribir estes cuatre lletres, un abras pa tots

    1. Bernat Sirvent Coloma Post author Responder

      Gràcies per participar en el blog Made in Jijona per aquests emotius reencontres familiars virtuals des d’Anglaterra.

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