El Cronista de Xixona, Bernardo Garrigós, relata en una nueva e interesante entrega en la revista de las no fiestas 2020 que estas autoridades niponas visitaron Alicante en la Navidad de 1584 y fue de extraordinaria importancia para la industria local
En una nueva entrega en ‘El Programa’, la revista de fiestas y publicación decana en el año de las No Fiestas 2020, el Cronista de Xixona, Bernardo Garrigós Sirvent, relata la importancia que tuvo para la industria local la visita a Alicante, en la Navidad de 1584, de una delegación de príncipes de Japón.
Explica que Alejandro García Monerris, periodista jjonencos, escribió un artículo en el Programa de Fiestas del año 1962 alabando las virtudes de la olleta al forn, «un plato que hace cuatro siglos fue srvido en una masía a tres príncipes de Japón».
Antes, ya había informado de ello el cocinero real Francisco Martínez Montiño en su libro ‘Conduchos de Navidad’, enel que citaba textualmente: «Son famosos el de Xixona, que es un compuesto de almendras y miel, bien molido y mezclado y con su punto de condimento. Se hace en caldera y también sobre piedra, como el chocolate hecho a brazo. El de Alicante, se hace igualmente en Xixona y la almendra no está molida, sino partida. Fue grande mi sorpresa al ver que los Señores Príncipes no sólo conocían ya el turrón, sino que dijeron lo comían todos los años en sus países, adonde iban a venderlo los xixonencos».
Entre las diferentes actividades que los nobles alicantinos les prepararon a los príncipes japoneses mientras esperaban a embarcarse rumbo a Italia en la Navidad del año 1584 se encuentra una especie de tour turístico por los principales lugares aledaños de la capital alicantina, relata Bernardo Garrigós. Entre ellos, Busot, Xoxona y el pantano de Tibi.
Y abundaba el cocinero real en su libro ‘Conduchos de Navidad’, publicado en 1585 en la imprenta de Joachim Guardiola (reeditado por Agatántelo Soler Llorca en 1972 bajo el patrocino del Ayuntamiento de Alicante e impreso en los talleres de Gráficas Díaz) que «Xixona vista desde la questa última, semexa una colmena con sus múltiples celdillas, recostada enla sierra que tiene en la cima un castillo; y en esta cosa de colmena vese también en sus empinadas callecitas oliendo todas sus casas a vaho calente de miel, porque en todas se hace turrón y otros géneros de dulcería».
Garrigós también alude a dos artículos del ex cronista y ex alcalde de Xixona, Fernando Galiana, según el cual la visita de los Príncipes de Bungo, Arima y Omura tuvo una extraordinaria importancia para la industria del turrón, pues el turrón made in Jijona (la verdadera cuna del dulce navideño) había llegado al país del sol naciente ya en tiempos de Felipe II. Martínez Montiño fue enviado a Alicante por el propio rey para agasajar con manjares a los miembros de la embajada.
Este libro del cocinero real incluso sirve al Consejo Regulador de la IGP Jijona y Turrón de Alicante para apoyar la tesis sobre el origen del turrón. En su web, indica Garrigós, manifiesta que «el cocinero del Rey Felipe II, don Francisco Martínez Montiño, en su libro ‘Conduchos de Navidad’ (1585) textualmente afirma que en todas las casas de Jijona huele a miel, ya que en todas ellas se fabricaba turrón».
La embajada Tensho (1582-1590)
En febrero de 1582, partieron de Nagasaki cuatro adolescentes educados en el seminario de Arima, fundado por la Compañía de Jesús. Su destino era rendir pleitesía al rey Felipe II, que encarnaba la Monaría Hispánica Católica y obediencia al Papa, representante del poder celestial en la tierra. Este periplo duró, explica Bernardo Garrigós, cronista oficial de Xixona en la actualidad, ocho largos años y recibió el nombre de embajada Tensho.
Constituyó el primer contacto directo con Japón en suelo europeo.
Esta misiva, de dos hojas, según destaca Bernardo Garrigós, incluye una relación detallado de los obsequios y de su valor, que se entregaron a estos visitantes, Entre ellos, «una arrova de turrón»
De la veracidad de las crónicas del cocinero sobre la visita de los príncipes japoneses y su vinculación con el turrón de Xixona que, tengan en cuenta todos, ya se producía en el siglo XVI (de ahí la acreditada tradición de 500 años, frente a otros lugares productores de España) da cuenta el Archivo General de Simancas. Allí hay una carta fechada e 12 de marzo de 1585 bajo el título «Cargo de diferentes cosas que se dieron a los príncipes de Japón que se embarcaron por Alicante para Italia·. Esta misiva, de dos hojas, según destaca Bernardo Garrigós, incluye una relación detallado de los obsequios y de su valor, que se entregaron a estos visitantes, Entre ellos, «una arrova de turrón».
El Ayuntamiento de Alicante solía regalar en Navidad turrón de Jijona y pan de higo
El turrón y el pan de higo eran dos dulces que el Ayuntamiento de la capital alicantina solía regalar por Navidad. El 31 de octubre de 1582 el notario y síndico de la ciudad de Alicante elevó una súplica ante la Real Audiencia, porque: «de temps immemorials, en cascun any, duta ciutat de Alacant acostuma pera festes de Nadal pagar a sos advocats y sindichs residents en la present ciutat de Valencia llurs salaris, part de diners y part en un present que els dona, de una arrova de torrons y altra de pans de figues».
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