No es un fenómeno generalizado, pero la ausencia de humedad y también el efecto indirecto de maquinaria pesada para extraer decenas de miles de árboles rotos por la borrasca Gloria de hace dos años está matando a pinos adultos en los bosques de Vivens y Arcaid y requieren de la acción coordinada del Ayuntamiento y la Conselleria de Desarrollo Rural
En las últimas semanas, desde principios de diciembre, han empezado a secarse, de forma inesperada y sorprendente, multitud de pinos adultos en los montes públicos de Vivens, en el corazón de la Carrasqueta. Según nos informan desde la Conselleria de Desarrollo Rural, no se puede hablar de un fenómeno generalizado, sino puntual y muy zonificado entre las cientos de hectáreas que perimetran estos montes propiedad del Ayuntamiento de Xixona, muy devastados hace ahora dos años por la borrasca Gloria.
Se trata de pinos adultos que se han secado de forma sorprendente si no fuera por la extrema sequía que afecta al término municipal de Xixona (con un registro pluviométrico desde octubre, cuando se inició el año hidrológico, prácticamente de cero).
Es por ello que desde la Conselleria apuntan a esa falta de humedad en el suelo como posible causa de la muerte de multitud de pinos en las zonas de Vivens y Arcaid, donde existen importantes bosques de pinares carrascos de más de cincuenta años de vida.
También ha podido afectar, en algunos casos, a las labores que realizó una empresa privada contratada por el Ayuntamiento de Xixona y la Conselleria de Desarrollo Rural para la extracción de unos 50.000 pinos tumbados o tronchados a causa de la borrasca Gloria de lluvia, viento y nieve de hace ahora justo dos años.
Durante esas labores, la maquinaria pesada también ha podido dañar pinos adultos durante la extracción de los pinos muertos para convertirlos en astillas, que posterormente cargó y se llevó la empresa contratada. Pero nos informan de que se trata de casos mucho más puntuales.
De lo que parece no tener duda alguna la Conselleria de Desarrollo Rural es de que no se ha registrado la acción de ninguna plaga del pino (ni por supuesto el temido tomicus).
El hecho que más preocupa en estos momentos (aunque el amarillento de muchos pinos durante diciembre se ha frenado de repente, desde inicios del año) es la falta de humedad en el suelo, lo cual tiene difícil remedio mientras no se registren precipitaciones generalizadas y continuas en el tiempo en todo el término municipal de Xixona, también el corazón de la Carrasqueta, un lugar con encanto especial para la práctica del senderismo.
De lo que parece no tener duda alguna la Conselleria de Desarrollo Rural y sus técnicos en gestión forestal es de que no se ha registrado la acción de ninguna plaga del pino (ni por supuesto el temido tomicus).
Pero la presencia de multitud de pinos adultos muertos intercalados entre la mayoría de sanos sí genera preocupación por la eventual propagación de algún tipo de plaga vegetal en un futuro inmediato (primavera) si no se retiran a tiempo los ejemplares amarillos y ya muertos, lo que requiere de un plan de acción conjunto urgente por parte de la Conselleria de Desarrollo Rural y, por supuesto, de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Xixona.
El ‘barranco Gloria’, caso aparte
Mención aparte merece el barranco (por nosotros denominado Gloria) que alberga miles de pinos adultos literalmente tirados en el suelo, como viene informando el blog Made in Jijona desde hace ahora dos años, tras la devastadora borrasca de viento, lluvia y nieve.
Debido a lo inaccesible y escarpado de la orografía de dicho lugar, en la ladera detrás del depósito de agua en prevención de riesgos de incendios forestales, en dirección hacia la font de Vivens, aparece un manto inacabable de pinos adultos totalmente secos que fueron derrumbados de raíz por los remolinos huracanados que se formaron los días 19 y 20 de enero del año 2020.
Ni el Ayuntamiento de Xixona (propietario de los terrenos afectados) ni la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural y Emergencia Climática (que gestiona forestalmente estos montes públicos de forma consorciada) han expresado intención alguna no ya de extraer la madera, sino de trocearla por medios humanos (motosierras) para que quede un manto vegetal en descomposición que sería muy óptima para facilitar la regeneración espontánea del bosque de pinos.
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