Los lemas ‘Casa fundada en…’ o ‘desde…’ fueron usados, según el cronista oficial Bernardo Garrigós, en diversos soportes como márketing directo por los empresarios jijonencos al vincularlos con calidad en la elaboración de turrón y dulces navideños

El cronista oficial de Xixona, Bernardo Garrigós Sirvent, dando explicaciones a un grupo de turistas en la pasada Fira de Nadal./FOTO BERNAT SIRVENT
(ARTÍCULO ESCRITO POR EL CRONISTA OFICIAL DE XIXONA, BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT)
Uno de los atractivos que posee la visita a la ciudad de Xixona durante la Feria de Navidad es la exposición monográfica que sobre el turrón cada año organiza el Ayuntamiento de Xixona.
Este año conmemorando el X aniversario de la Feria de Navidad la Casa de Cultura ha acogido la muestra: el origen de las empresas turroneras como reclamo publicitario. Aquellos visitantes que tras recorrer el recinto ferial decidieron aventurarse por las callejuelas del núcleo antiguo y visitar la Casa de Cultura encontraron en su primera planta esta exposición monográfica. Se realizaron visitas guiadas de unos 50 minutos de duración desde las 11 a las 13 horas y de 18 a 20 horas.
La muestra se estructuraba en dos espacios, uno primero, dedicado habitualmente a mostrar el origen del dulce más famoso del mundo: el turrón, su elaboración artesanal y su comercialización; y una segunda sala, destinada a mostrar este año como la publicidad ha utilizado la fecha de fundación de las empresas turroneras como reclamo para atraer la atención del comprador.
El primer espacio se encuentra en el corredor del primer piso de la casa de Cultura. El discurso expositivo se sigue a través de siete paneles dedicados cada uno a los diferentes pasos seguidos para la elaboración y venta de los turrones y dulces. Estos paneles, que formaron parte originariamente de la muestra Instantànies del terró realizada en el invierno de 1998, son: La manipulació de l’ametla, El torró d’Alacant, El torró de Xixona, Uns altres productes, L’envassament del producte, La publicitat y Els torroners.
Desde inicios del siglo XX hasta la década de los 70
Los paneles están ilustrados con fotografías datadas desde inicios del siglo XX hasta la década de 1970 en la que los visitantes pueden descubrir: la rotura con una barra de hierro o pic de las almendras por las jóvenes jijonencas sobre una mesa de piedra, llamada llosa; los boixets con fuego directo, la construcción de las cajas de madera cuyas partes había que clavar clavo a clavo, el envasado manual de las tabletas o la elaboración manual de los pasteles de gloria.

Elaboración de turrón de Jijona en la fábrica Primitivo Rovira en 1908. Imagen publicada en la Guía Arco. A la derecha en primer plano un tostador cilíndrico de almendra y detrás un boixet con fuego directo.
En esta primera sección lo que quizás más deslumbra a los visitantes es la comercialización y venta de los turrones y dulces. Para el transporte y la venta de los dulces era fundamental el cajón de turronero y los puestos de venta ambulantes, paraetes, con los que se acudían a ferias y romerías de las poblaciones más cercanas.
Una de las ventajas que poseían el jijonenco era que a tal sólo 4 o 5 horas a caballo o en carro se encontraba la ciudad de Alicante, desde donde se podía coger un barco y conquistar el planeta Tierra
Una de las ventajas que poseían el jijonenco era que a tal sólo 4 o 5 horas a caballo o en carro se encontraba la ciudad de Alicante, desde donde se podía coger un barco y conquistar el planeta Tierra-una leyenda nos habla del tío Ostrólica, quien llevó el turrón de Jijona hasta las antípodas- o subir al tren, que desde 1858 nos llevaba directamente a la capital del Reino.
El turronero asistía a las ferias y romerías de los pueblos vecinos como son: Cocentaina, Santa Faz, Villa Joiosa, Catral, Monovar, Biar, Bañeres, Xátiva. En estos lugares solía colocar su paraeta, puesto de venta ambulante que podría construirse simplemente disponiendo un par de cajones de turronero sobre dos taburetes y dos listones de madera.
El mostrador, con sábana blanca almidonada
Después se abría el cajón de turronero, que servía como mostrador, y se tapaba con una sábana blanca almidonada. Si se preveía que la venta podía estar supeditadas a las condiciones climáticas (intenso sol, amenaza de lluvia y viento) se podía añadir una estructura de listones de madera para situar un toldo que protegiera al comprador y al vendedor.
En un lugar bien visible se situaba el cartel anunciador del productor en el que aparecían las palabras mágicas “Legítimos de Jijona”.
Normalmente el jijonenco se desplazaba a las grandes ciudades desde mediados de noviembre hasta las fiestas navideñas a vender turrones y dulces. Dado que no disponía de un punto de venta fijo tuvo que ingeniársela para vender turrones y dulces, para ello, o bien alquilaba una porción de tienda o bien un portal.
Manolo Iborra, albañil de profesión y turronero en Navidad comenzó a visitar la capital del Pisuerga a principios del siglo XX, dado que no disponía de un comercio para vender sus productos cada año alquilaba porciones de tiendas. Como ejemplo hay que indicar que estuvo en comercios un poco alejados de las tradicionales confiterías: la esterería La alfombrera o en la sombrerería Ruano.

Mostrador de venta de turrón de Juan Verdú Sirvent situado en el portal de la casa natalicia de Salvador Dalí en Figueres. En la fotografía de izquierda a derecha Meli, fotógrafo de Dalí en Figueres, Gloria Verdú Pérez, hija de Juan Verdú Sirvent, Salvador Dali y Antonio Soler Sala, esposo de Gloria Verdú. 1974.
Juan Verdú Sirvent trabó amistad con Salvador Dalí
Juan Verdú Sirvent fue un turronero que hacia 1917 se desplazó a Figueres a endulzar los paladares de sus habitantes. Alquiló el portal en el que nació Salvador Dalí, con quien trabó amistad. (https://www.pregoner.es/2018/11/el-turron-de-jijona-que-le-gustaba-a-salvador-dali/). Salvador Dali fue gran amante del turrón de Jijona y en 1922 pintó la acuarela “The first turrón” en la que describía las sensaciones que producía la llegada del turrón a la mesa familiar en las sobremesas navideñas.
Cuando un turronero alquilaba un portal obtenía un punto de venta directo a la calle y protegido de las inclemencias del tiempo. Un puesto que era muy fácil de montar; pues sólo había que apilar 3 cajones de turroneros o se hacía construir un pequeño mostrador de madera. Al llegar la noche se podía desmontar fácilmente y se cerraba el portal de la vivienda.
Como el turronero no disponía de un punto de venta fijo cada año tenía la necesidad de anunciar a sus parroquianos la llegada a la ciudad y el lugar exacto donde expendería su género. Es por ello que la prensa jugó un papel esencial y desde principios de noviembre y hasta el mes de enero se suceden en las páginas de los periódicos los anuncios de venta de nuestros sabrosos dulces.

Sala de la exposición. A la derecha la línea temporal, en el centro la vitrina central y a la izquierda la vitrina dedicada al turronero A. Mira Monerris y a marcas que son fechas./FOTO BERNAT SIRVENT
Tras visitar este primer espacio el asistente se desplazaba a una sala contigua al corredor, en ella se dispone la parte de la exposición que variaba respecto al año anterior. Este año mostraba como el origen de la producción de turrón se convirtió en un reclamo publicitario para el consumidor. La estrategia empleada fue la utilización del lema Casa fundada en… o Desde… en cualquier soporte que el comprador pudiera vislumbrar. Además, algunas empresas celebraron diferentes aniversarios, lo que sirvió también para identificar la antigüedad de sus turrones y dulces, ya que antigüedad o tradición eran sinónimos de exquisita calidad.
Al entrar el visitante en la sala a la derecha descubría una gran línea temporal que arrancaba en 1725, fecha de la fundación de la empresa productora de las marcas El Lobo y 1880 y terminaba en 1990, constitución de la factoría Escoda, última empresa turronera que utiliza este reclamo publicitario. El panel tenía dos partes una superior dedicada a las empresas turroneras o de otros servicios locales y en la inferior se contemplaba diferentes productos (bebidas, comidas, cosméticos, perfumes) o servicios (bares, joyerías) muy conocidos internacionalmente y que se relacionaban mediante un eje cronológico.
70 fabricantes y 20 empresarios de otros sectores
En total hemos localizado 70 fabricantes turroneros y 20 empresarios de otros sectores locales que a lo largo de su historia han empleado la fórmula Desde… o Casa fundada en…
Las primeras referencias de la utilización de estas fórmulas publicitarias se remontan a la década de 1880, cuando en el Anuario del Comercio… de 1882 Antonio Monerris Alcaraz se anunciaba: “el crédito alcanzado por esta Casa, fundada en 1853, por ser una de las más antiguas de la población y la perfección y gusto con que elabora sus géneros, es la mejor garantía que puede presentar para sostener el nombre de esta y la numerosa clientela que le favorece”. Esta fórmula sigue empleándose en la actualidad.
Esta publicidad se emplea en cualquier soporte que pueda vislumbrar un posible comprador: desde rótulos de establecimientos comerciales, factorías o puntos de venta ambulantes, cartas y tarjetas de representación, furgonetas de reparto y cualquier clase de envase.
Así en una gran vitrina de cristal, dispuesta en el centro de la sala, se han colocado un buen número de envases de: cartón, papel, hojalata, plástico duro, rilsan, tarifas de precios y catálogos de productos, y tarjetas de representación.
Enfrente de la línea temporal y a la derecha de la entrada existe otra vitrina en la que se dispusieron reproducciones de anuncios y material original de empresas locales de los sectores del dulce y los servicios de la localidad que han conmemorado diferentes aniversarios. Es especialmente emotivo para las empresas era celebrar el centenario, como así ocurrió con: Hijos de A. Galiana en 1950, sucesores de Vda de Wenceslao Monerris Rovira SL en 1954, la carpintería Sucesores de Vicente Filliol SL en 1962, Hijos de Vicente Sanchis Mira SL en 1968 o La Jijonenca en 1975 (en este caso se conmemoró no la marca sino la fundación de una de las 4 empresas que constituyeron La Industrial Turronera, Antonio Ibáñez Sirvent).
Tercer centenario de Almendra y Miel (El Lobo-1880) en 2025
Caso aparte es el 275 aniversario de la empresa Almendra y Miel SA, cuyos miembros de la familia Sirvent llevaban haciendo turrón a lo largo de 10 generaciones y que dentro de 7 años, en 2025 celebrarán el tercer centenario. También se reseñaba la celebración del 125 y del 130 aniversario de un pequeño turronero, Antonio Pla Ferrándiz que se estableció en Reus en 1885.
Entrando a la sala; pero en el lado izquierdo se dedicaron dos espacios para homenajear a dos empresas que este año celebraban sus 150 aniversario, pero que son antagónicas por su tamaño: A. Mira Monerris, una pequeña empresa y Sanchis Mira, el gran productor jijonenco.
- Mira Monerris heredó su saber de sus padres: Francisco Mira Sirvent y Bienvenida Monerris Monerris, cuyas instantáneas forman parte del panel Els Torroners, y sus abuelos. Inicialmente su familia vendía sus turrones y dulces en Valencia en un portal de la calle Ruzafa, pero en 1958 abrió una heladería en la ciudad costera de Palafrugell, donde sigue ofreciendo una extensa gama de helados durante el verano y una amplia variedad de turrones y dulces durante las fechas navideñas.
- En esta misma vitrina se reservaba un pequeño espacio para tres marcas que son fechas: 1880 de Almedra y Miel SA, 1780 de Coloma García y 1943 de Primitivo Picó Alcaraz.
Vicente Sanchis Mira es un turronero que heredó las fórmulas magistrales de sus padres Vicente Sanchis Monerris y María Teresa Mira Brotons y construyó una factoría en la calle Alcoy junto al puente de Alicante. Factoría que poco a poco fue creciendo hasta convertirse en un gran centro productor de turrones, dulces y productos complementarios.
En 1966 la empresa Hijos de Vicente Sanchis Mira SL se unió al grupo La Fama para formar un emporio empresarial que hacía la competencia a la mismísima A. Monerris Planelles, declarada en 1971 empresa ejemplar del año. La crisis económica de inicios de la década de 1990 hizo tambalear al grupo La Fama, que finalmente se disolvió en 1996 para dar pie al nacimiento de la actual Sanchis Mira, segunda empresa de turrones y dulces en facturación en España según los datos de 2017. Un panel con fotografías enseñaba la evolución de la factoría desde 1926 hasta su derribo en 2016.
Como viene siendo habitual el mundo de las imprentas dentro de las fábricas de turrón tuvieron su vitrina, por ser los fondos de la imprenta de Francisco Mira Miralles una de los primeros fondos que recogió el Ayuntamiento de Xixona.
Esta muestra ha sido acogida favorablemente por el público. Todavía se puede contemplar en horario de 17 a 21 h en la Casa de Cultura. Durante las fiestas navideñas la Casa de Cultura estará cerrada, del 24 de diciembre de 2018 al 6 de enero de 2019.
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