Un elevado porcentaje de las variedades de este fruto seco español son de cáscara dura o muy dura, confiriendo al fruto gran protección frente a agresiones externas (insectos, climatología, plaguicidas), explica Almendrave, la mayor organización de productores y comercializadores de almendras de España
Afirma Almendrave que «la producción está haciendo un gran esfuerzo de reconversión, intensificando las plantaciones, haciendo uso de variedades con rendimientos superiores y adecuándose a la oportunidad de mercado que se presenta, al estar en disposición de atender el constante incremento de la demanda de producto ecológico».
Este tipo de producciones, las ecológicas, son diferentes a las de las explotaciones súper intensivas, procedentes de otros orígenes, «posicionándonos así en estratos superiores de competitividad», destaca Almendrave en sus redes sociales.
El cultivo de almendra regresa con fuerza a Jijona, el mayor consumidor nacional
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