La Ruta de la Neu i el Giraboix

Los visitantes de Alicante son siempre muy aficionados a pooner nive en sus coches, como ocurrió el pasado fin de semana en la Carrasqueta y La Torre.

Los visitantes de Alicante son siempre muy aficionados a pooner nive en sus coches, como ocurrió el pasado fin de semana en la Carrasqueta y La Torre.

Xixona cuenta con multitud de tangibles, desde un producto de turismo industrial y agroalimentario estrechamente ligado a los sectores tradicionales del turrón y del helado hasta decenas de parajes de extrema belleza en su vastísimo término municipal

El concepto producto turístico no se refiere a un producto en el sentido material, sino que abarca tanto a los bienes físicos como a los servicios que caracterizan a un destino específico y que forman parte de la experiencia que vive un turista en el lugar. Esa experiencia del visitante de la que tanto hablan en los últimos meses el secretario autonómico de Turisme de la Generalitat Valenciana, Francesc Colomer, y la directora general del ramo, la también profesora alicantina Raquel Huete.

El producto turístico, por lo tanto, tiene elementos perfectamente tangibles (como son las ruinas arqueológicas, una montaña o un museo), y otros que son intangibles  (la hospitalidad de la gente, la calidad de la atención). Sus características están dadas por la interacción y por la combinación entre todos estos componentes. Los expertos afirman que el producto turístico incluye a todos los elementos que posibilitan el desarrollo de la actividad vinculada al ocio, al tiempo libre, a la experiencia de disfrutar de los lugares.

Xixona cuenta con tangibles (desde un potente producto de turismo industrial y agroalimentario estrechamente ligado a los sectores tradicionales del turrón y del helado hasta decenas de parajes de extrema belleza en su vastísimo término municipal, pasando por una oferta gastronómica en bares y restaurantes que no está nada mal para un municipio que apenas sí supera los 7.000 habitantes censados). También con intangibles (la afabilidad y hospitalidad de la gente siempre ha estado fuera de duda).

Con esta base y con la generada tras seis años de la denominada Ruta Tapeando con Turrón de Jijona, una iniciativa cristalizada por el anterior alcalde de Xixona, Ferrán Verdú, para rellenar huecos en el calendario que flojeaban en la actividad social, incluidos los fines de semana, no estaría de más que se analizara la posibilidad de lanzar una primera experiencia piloto con una Ruta de la Nieve y del Giraboix.

Primer plato, o sopa, y segundo del giraboix, una comida típica del invierno xixonenc, aunque también se disfruta en verano./FOTO BERNAT SIRVENT

Primer plato, o sopa, y segundo del giraboix, una comida típica del invierno xixonenc, aunque también se disfruta en verano./FOTO BERNAT SIRVENT

¿Por qué?. Pues porque el cambio climático es imparable y cada vez nieva menos (cuando era niño se teñía de blanco la Carrasqueta o el Forat de la Penya desde mediados de noviembre y sucedía varias veces hasta prácticamente la Semana Santa y la Mona de Pascua), pero sigue nevando y la situación geográfica de Xixona (tremendamente próxima a la capital Alicante y al triángulo metropolitano de toda la comarca de l’Alacantí e incluso de Elche y la Vega Baja) le confiere un atractivo temporal excepcional que debe saber aprovecharse.

Sin ir más lejos, este pasado fin de semana, tras una tímida nevada el viernes día 2, se generó una inusitada expectación entre los visitantes foráneos que llenaron la CV-80 y los puertos de La Carrasqueta y otros parajes y municipios vecinos como La Torre de les Maçanes y el puerto de Benifallim. La gente está ávida de experiencias turísticas de un día o acaso de horas. Pero sigue habiendo demanda.

Esa demanda puede redirigirse, término muy ‘gogleiano’ en la actualidad por mor de la era digital, a lo que puede ofrecer de tangible el municipio de Jijona, cual es su oferta gastronómica y de turismo industrial. Por no hablar de un casco antiguo que, pese a su imparable deterioro y su necesaria y urgente actuación por parte de las distintas Administraciones, sigue siendo un atractivo de primer orden, sin ánimo alguno de exagerar.

Y dentro de esa oferta gastronómica, con multitud de platos que son todo un  homenaje al frío y al invierno como la borreta, l’arròs amb fesols secs, amb ceba, al forn, coques fregides con embutido, farinetes o llegum, con el giraboix como plato estrella. Plato suculento donde los haya, con una base de pencas y patatas de la aún fértil huerta made in Jijona más bacalao, tomate, judías blancas, morcilla, blanquet y pan. Y si la Reina (Doña Leticia) en este caso «sapiguera el que és el giraboix, perquè a Xixona vindria a llepar el boix i potser, també, a comprar torró».

https://madeinjijona.pregoner.es/2018/02/el-hotel-pou-de-la-neu-principal-reclamo-turitico-se-reabrira-con-mas-de-un-ano-de-retraso/

La vida es corta, pero dulce! La vida és curta, però dolça!

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