Las monas son unos bollos de pan dulce de aspecto, textura y degustación muy similares al roscón de reyes, originarias de las provincias levantinas, aunque ya se conocen y consumen en prácticamente toda España

Emilio, hijo del popular ‘Juanito el Panaero’ de Xixona, con una bandeja de monas recién hechas en imagen de abril 2018./FOTO MADE IN JIJONA
Las monas son unos bollos de pan dulce de aspecto, textura y presentación muy similares al roscón de reyes. Son muy típicas para celebrar la mona en el campo en gran parte de las provincias de la parte levantina, aunque en la actualidad ya se conocen perfectamente e incluso se consumen en el resto de España. Su masa esponjosa y tierna convierte a la mona en un bocado exquisito para niños y mayores. Las de Jijona están, por lo general, de rechupete.
La tradición jijonenca y de otros municipios de la provincia y de la Comunitat Valenciana dictamina que es el padrino el que se lo regala al ahijado y el Domingo de Resurrección y Lunes de Pascua se come. Preferiblemente en el campo. Se adorna con huevo cocido, elemento que da pie al cancionero popular. Al escribir estas líneas, me viene a la mente la cuchara de goma que usaba mi abuela Elisa y cuyos restos enharinados con huevo y azúcar relamía hasta la saciedad antes de volver a dar patadas al balón o meter las canicas en el gua.
INGREDIENTES:
- 1/2 kg. de harina de fuerza
- 25 gr. de levadura fresca
- 100 ml. de agua tibia
- 3 huevos medianos
- 180 gr. de azúcar
- La ralladura de una naranja o limón
- 80 gr. de aceite de Oliva suave
- Un huevo batido para pintar
- 4-6 huevos cocidos
- Azúcar.
ELABORACIÓN:
En un bol amplio colocamos la harina haciendo un volcán con hueco en el centro.
Por otra parte disolvemos la levadura en el agua templada y se la añadimos a la harina.
Se incorpora en el centro de la harina el resto de ingredientes: los huevos, el aceite, la ralladura de naranja o limón y el azúcar. Con la ayuda de una cuchara, mezclamos todo bien.
Después se amasa bien la masa, a mano o con la amasadora, hasta que la masa está lisa, elástica y empieza a recogerse.
Una vez que tenemos la masa, la trabajamos un poco en una mesa de trabajo para hacer una bola con ella. Se convierte en una masa pegajosa, pero nos tiene que dejar formar la bola. En este punto, si la masa está demasiado blanda, hay que añadirle un poco más de harina.
Se pone la bola de masa en un bol enharinado y se tapa bien. La dejamos en un lugar cálido hasta que casi doble su volumen. Es recomendable entre 2 y 4 horas. Se puede guardar en el microondas o en el horno apagado.
Cuando la masa haya fermentado se trabaja de nuevo en la mesa y se divide en 4 o 6 partes iguales.
Formamos bolas con ellas y después con los dedos le hacemos el hueco en el medio, donde vamos a colocar el huevo duro o cocido.
Se colocan las monas en una bandeja de horno con papel, separadas entre sí y se tapan con un paño limpio. Se deja que fermenten 1 o 2 horas para que suban bien.
Encendemos el horno a 180 grados y mientras se calientan pintamos las monas con huevo batido y decoramos con azúcar.

Horno de la familia Peñita en el Raval de Xixona.
Una vez que el horno está caliente, se meten las mona y se dejan entre quince y dieciocho minutos hasta que estén bien doraditas.. Se sacan del horno y se dejan que se enfríen sobre una rejilla. ¡¡¡¡Y a disfrutar…!!!
También con la cancioncilla xixonenca o de otras muchas poblaciones alicantinas: “Ací em pica, ací em cou, ací em menge la mona i ahí et trenque l’ou”.
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