Monas de Pascua con materia prima de calidad y sabor morisco

El Forn del Raval de Xixona que explota la familia Peñita se apresta a preparar monas y toñas con pedigrí y cocidas a fuego lento de leña de almendro en el horno más antiguo de la Comunitat Valenciana

Forn del Raval de Xixona que explota la família Peñita y que ofrece pastas de encargo en Semana Santa./FOTO XIXONA TURISME

Aunque Xixona sea mundialmente conocida y afamada por la elaboración multisecular de sus turrones, de origen árabe, la oferta gastronómica del pueblo del turrón y el helado ofrece una vastíssima y exhuberante carta vinculada al dulce y la repostería de calidad elaborados con antiquísimas fórmulas heredadas de los abuelos. Además, en las faldas del casco antiguo, con el baluarte de los restos del Castillo alhomade protegiéndolo, se halla en la calle del Raval el Forn de la Peñita, un lugar también de raíz árabe con magia desde el mismo momento en el que se cruza la puerta por la que hay que pasar no sin antes realitzar una ligera genuflexión, tanto a la señora Peñita al frente del fuego y la masa, como sobre todo a la especial arquitectura morisca, origen de este entrañable lugar jijonenco que nadie debe dejar de visitar.

El Forn del Raval de la Peñita está documentado desde el siglo XVI y tiene a gala ser el más antiguo en funcionamiento de toda la Comunitat Valenciana. Se trata de una auténtica joya arquitectónica, pese a las reformas que tuvo que realitar la familia Peñita para ponerlo hace años en marcha por prescripción de los arquitectos y técnicos municipales. El encanto no lo ha perdido ni tampoco las ganas de hacer las cosas bien y con sabor morisco de la señora de la casa y sus familiares.

Aunque de origen morisco, sus características arquitectónicas y constructivas son claramente medievales y así lo atestiguan muchos documentos históricos.

Sin duda, es en Semana Santa cuando la actividad en el Forn del Raval se dispara de modo exponencial. No son pocas las familias que siguen elaborando en sus hogares, con recetas heredadas de sus antepasados, las medidas para la pasta de las suculentes magdalenas, toñas y, por supuesto, monas de estos días festivos tras el ciclo semanasantero.

Monas de Pascua y toñas ‘made in Jijona’ recién cocidas en el Forn del Raval de Peñita./FOTO FORN RAVAL

Tanto es así que el Forn del Raval anuncia estos días que «estáis a tiempo para encargar la auténtica y tradicional mona de Pascua hecha con la mejor materia prima y totalmente artesanal, como todos nuestros productos. Para sus pedidos llamar al 965610190 hasta el jueves 29 de marzo. Se entregan el día 30 de marzo (Viernes Santo) en horario de 9.30 AM a 2PM y de 5.30PM a 7PM». Por la advertencia horaria del Forn del Raval no es difícil intuir el aprieto de trabajo artesano que le queda en las próximas hores a la familia Peñita.

Un arte como otro el de cocer con fuego real a la lumbre de la incandescente leña, por lo general de almendro de Xixona. Un arte de mover la pala en el sitio justo y en el momento adecuado por parte de la señora Peñita, además de escuchar, siempre amable, su distendida y humana conversación, más propia de un maestra en el arte oratorio que en el del horneo.

Llamas de la leña ardiendo dentro del Forn del Raval de la Peñita, en Xixona./FOTO FORN RAVAL

Llamas de la leña ardiendo dentro del Forn del Raval de la Peñita, en Xixona./FOTO FORN RAVAL

El huevo siempre ha sido origen de tradiciones diversas en la cultura latina y el germen de la vida que el Cristianismo y el Catolicismo vinculó directamente con la Resurreción de Jesucristo. De su sabio manejo a la hora de batirlo y del uso artesano de la harina y la levadura depende el punto de cocción justo para monas, toñas y magdalenas.

Pero no únicamente, porque en este horno tienen fama también las famosas tonyetes de Nadal, una suerte de bocado delicatessen en el que también se usa el huevo y la harina y la siempre imprescindible canela. Y que, como el autentico turrón de Jijona y el resto de gamas y variedades de nieve, mazapán, fruta o coco, están igualmente exquisitos todos los meses del año. Por no hablar dels rollets d’ou, otro bocado celestial a cualquier hora del día, de la semana, del mes, del año. Hasta por encargo, siempre que el Forn tenga algun hueco en su reducida estructura incandescente y reflactaria, se pueden cocer las apoteósicas tortadas de almendras, otro símbolo de la variada y sugerente carta de la más tradicional repostería jijonenca. Con real bouqué. Feliz visita y buen provecho monero a tod@s.

La vida es corta, pero dulce! La vida és curta, però dolça!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *