El Instituto Tecnológico de la Industria Agroalimentaria (Ainia), junto con las empresas Almendra y Miel (El Lobo-1880) e Intertronic Internacional, ha diseñado el primer sensor avanzado a fin de medir de manera «más rápida y eficaz», el proceso de degradación (oxidación) del turrón y algunos frutos secos

Boixet o mortero en el que se cuece el turrón Jijona de textura blanda, un invento de los xixonencs único en el mundo y con IGP./FOTO WEB CONFECTIONARY HOLDING
El Instituto Tecnológico de la Industria Agroalimentaria (Ainia), junto con las empresas Intertronic Internacional y Almendra y Miel (Turrones El Lobo-1880), ha diseñado el primer prototipo inteligente de sensores avanzados para comprobar de manera «más rápida y eficaz», el proceso de degradación (oxidación) del turrón y algunos frutos secos entre dos y tres minutos, frente a los métodos actuales que tardan de algunas horas a incluso varios días, según recoge en su web corporativa el grupo industrial que lidera José Manuel Sirvent, Confectionary Holding http://www.confectionaryholding.com
Esta tecnología puede controlar cómo afecta la oxidación de los ácidos grasos de la almendra y otros frutos secos a las características sensoriales (sabor y olor) de los alimentos que se elaboran con estos ingredientes, como el turrón, ha explicado la entidad en un comunicado.
La vida útil del turrón es larga y, dependiendo de la variedad, se sitúa entre los 15 y los 18 meses desde su fabricación. Sin embargo, el proceso de oxidación se produce con especial intensidad en la almendra y otros frutos secos utilizados como materias primas para su elaboración, originando aromas y sabores indeseados, como el gusto a rancio o la formación de compuestos potencialmente tóxicos que pueden suponer un riesgo para la salud, según informa la agencia de noticias Europa Press.
Para el representante del Departamento de instrumentación y automática de Ainia, Lorenzo Cervera, este prototipo supone un «salto cualitativo y cuantitativo» respecto a los equipos y técnicas -análisis químicos, análisis cromatográfico o análisis sensorial- que se utilizan actualmente.
«Los sensores son capaces de obtener resultados, tanto químicos como sensoriales, en pocos minutos; frente a los métodos convencionales que tardan entre dos y tres horas e incluso varios días», ha subrayado Cervera.
Con esta nueva tecnología las empresas del sector del turrón y cualquier otra que procese frutos secos, podrán «aumentar y estandarizar» la calidad de los productos de larga vida útil y, en particular, de los alimentos con alto contenido en ácidos grasos insaturados, como los frutos secos y productos derivados, como el turrón.
Este método permitirá que dispongan de «un instrumento de medida que detecta de manera rápida y objetiva la presencia de los compuestos indeseados asociados a la oxidación, tanto en materia prima (frutos secos) como en producto final (turrón)», ha añadido Cervera.
«La tecnología avanza a pasos agigantados y por ello Almendra y Miel sigue a la vanguardia de todos los avances en el sector alimentario, adaptándonos a las nuevas tecnologías y colaborando en todo lo que nos haga avanzar y seguir mejorando para y por nuestros consumidores», explica la empresa Confectionary Holding.
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