El escritor Antonio Monerris Hernández afirma en uno de sus relatos anexos al libreto ‘Antiguas Costumbres Jijonencas’, editado por la Asociación de San Bartolomé y San Sebastián en el año 1985, que «cuando se daba el caso, la campana Verde repicaba frenéticamente para acudir a la extinción de los incendios»
«Un amigo mío, hombre de mucha experiencia, destinado a vivir casi toda su existencia en el extranjero, solía decirme cuando se encontraba aquí después de prolongadas ausencias que, entre las innumerables cosas de la ciudad que añoraba, contaba con los tañidos de las campanas de la iglesia arciprestal tan añosas como el templo del siglo XVI, sonidos hondamente familiares perennemente adheridos a los oídos al igual que un constante indicio sensorial a pesar de morar en ultramar.
Este fenómeno relativo a los sentidos es de total extensión humana. Yo, en cuanto a oír tañidos de campanas, prefiero los de las antiquísimas de aquí al ser golpeadas por sus badajos no cayéndome bien los sonidos pertenecientes a otras de allende de nuestra geografía, tal vez por falta de costumbre arraigada de oírlas. No obstante, guardo un recuerdo acerca del sonido oído al tañer una campana de la catedral de Toledo que me produjo sorpresa al sonar igual que la popularmente llamada Verde de nuestro campanario, de idéntico tamaño y que me hizo pensar al momento: ¿hermanas de fundición?.
La llamada Verde voltea majestuosamente en las vísperas de las grandes solemnidades y repicaba frenéticamente durante los siniestros, llamando a los ciudadanos para que acudieran a la extinción de los incendios
Pues bien, alardeemos de nuestras campanas y su buen sonido a la par que diremos que la llamada Verde -San Vicente en su inscripción-, que voltea majestuosamente en las vísperas de las grandes solemnidades, antaño y cuando se daba el caso, repicaba frenéticamente durante los siniestros, llamando a los ciudadanos para que acudieran a la extinción de los incendios.
En cuanto a la del albat -María Auxiliadora- es la que le sigue a la grande, toca a misa y los entierros de menores
Y en cuanto a la del albat -María Auxiliadora- es la que le sigue a la grande, ya nombrada, toca a misa y los entierros de menores -este toque muy pausado- y en cuanto a sepelios de mayores son utilizadas las dos con la nota de que si antes del toque en cuestión doblan los toques de badajo tres veces, significa una defunción de varón; y en caso de doblar dos veces, el óbito corresponde a una hembra.
Complementan el juego total de campanas de la torre la de San Bartolomé -del sermón- y Nuestra Señora del Rosario, más modernas y también de distinguido sonido».
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