Xixona vista por Turismo de la Generalitat

En la página oficial del departamento turístico de la Administración autonómica, máximo órgano de gestión y promoción al estar conferidas las competencias, se incluyó este artículo por Navidad con una pequeña descripción histórica, patrimonial y de producto, muy poco para un destino turístico rural y gastronómico de primer orden

Esto es lo que incluyó Turisme de la Generalitat Valenciana en diciembre, unos días antes de Navidad, en su web oficial y que fue compartido en sus perfiles de redes sociales como Facebook y Twitter.

El apunte redaccional iba acompañado de cuatro fotografías (dos del acto del Moro Traidor de las Fiestas de Moros y Cristianos; una de una bicicleta en una zona montañosa del sur de Jijona; otra de un plano general; y el belén del Barranc de la Font). Aquí sólo reproducimos una del Moro Traidor porque el resto no aportan nada, según nuestra opinión.

«Pocas ciudades existen, no solo en la Comunitat Valenciana o en España y, por extensión en el resto del mundo, que asocien su topónimo a un producto o una marca más claramente que nuestro destino de hoy. La imagen de Xixona o Jijona va ligada indiscutiblemente a su célebre turrón, de fama universal por la calidad del producto y su compra masiva en época navideña, sobre todo. ¿Conoces su receta?

Pero Xixona no solo es turrón y almendra. La localidad de la comarca de L’Alacantí tiene mucho que ofrecer al viajero. Unos parajes bellos y frondosos de media montaña, así como un rico patrimonio para un pequeño reducto de poco más de 7.000 habitantes.

Rodeada de inmensos bosques de pinos y carrascas, de Xixona llama la atención, sobre todo en invierno, la visita al puerto montañoso de La Carrasqueta, que se puebla de visitantes los días que amanecen nevados

Rodeada de inmensos bosques de pinos y carrascas, de Xixona llama la atención, sobre todo en invierno, la visita al puerto montañoso de La Carrasqueta, que se puebla de vecinos y visitantes los días que amanecen nevados.

Otro hito natural de los alrededores del pueblo es el río Montnegre que, procedente del pantano de Tibi, se dirige a la huerta de Alicante a través la zona sudoeste de Xixona.

De origen almohade, Xixona marcó su carácter fronterizo en el pasado, ya que desde el Tratado de Almizra (1244) se la consideró plaza límite de la Corona de Aragón con la de Castilla. Una vez conquistada por los cristianos, en el año 1337 participó en las Cortes de Valencia convocadas por Pedro IV.

Si paseamos en torno al pueblo, descubriremos varios edificios de interés. En primer lugar, y sobre el resto, destaca el castillo de la Torre Grossa (siglo XII). Durante la Guerra de Sucesión sirvió como refugio a los lugareños, que apoyaban la causa del Borbón Felipe V. Xixona cuenta con un barrio árabe bien conservado y digno de ser recorrido sobre todo buscando el frescor durante el verano.

Convento franciscano de la Virgen de Orito (siglo XVII)

De cariz religioso, sobresalen otros tantos inmuebles. Como el convento franciscano de la Virgen de Orito (siglo XVII), la ermita de Santa Bárbara, la iglesia de Santa María o la iglesia arciprestal de la Virgen de la Asunción (siglos XVI-XVII)».

En próximos días analizaremos más profundamente el capítulo que esta web oficial (del principal organismo oficial de promoción turística de nuestros pueblos) le dedica a Xixona.

La vida es corta, pero dulce! La vida és curta, però dolça!

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