Expertos en la materia y empresarios turroneros han aprovechado el mundo del arte y el diseño gráfico en sus envases y catálogos de productos para espolear la venta de los dulces jijonencos, como recoge un interesante artículo del cronista de Xixona, Bernardo Garrigós, publicado recientemente en la revista de fiestas
«El consumidor se llevaba un maravilloso turrón envuelto en una caja de extraordinaria belleza que guardaba una obra de arte. No tuvieron reparo los turroneros en reproducir obras de arte que o bien eran famosas por ser de excelsos pintores o bien narraban hechos históricos de la madre patria», explica Bernardo Garrigós, que ya comisionó una exposición el pasado mes de diciembre en la Casa de Cultura como actividad complementaria a la Feria de Navidad y del Turrón.
Y expone en ese artículo con ejemplos ese uso de las obras de arte como soporte publicitario de los turrones jijonencos. A saber, la consquista de Granada por los Reyes Católicos, el descubrimiento de Cristóbal Colón de América y su retorno a España o el emperador Carlos V en su plenitud de poder.
También se usaron una serie de obras famosas y conocidas por el gran público de Francisco de Goya, como La cometa, El columpio y la Gallinita Ciega.
La firma Hijos de Vicente Arques y Cia presentó en la década de 1950 sus turrones en unos envases prismáticos de cartón. En su reverso se ha estampado el cuadro La rendición de Granada de Francisco Pradilla.
La empresa Emilio G. Mira registró en 1950 la marca Carlos V. En 1983 editó una tarifa de precios que presentaba en su portada el cuadro El emperador Carlos V con perro de Tiziano. También usará esta obra de arte en los envases prismáticos de cartón de los años 80.
La popular La Cometa de Francisco de Goya fue usado por la empresa La Industrial Turronera (que comercializaba la marca La Jijonenca) en la década de los años 60 para envasar sus tortas imperiales de la marca Montserrat (calidad suprema).
En la década de 1960, la sociedad Hijos de Manuel Sirvent Miralles encargó a la empresa publicitaria F Pons de Barcelona la impresión de unos paipaís de cartón para dar a conocer su marca estrella ‘Teclo’.
El Columpio de Goya lo usa en 1955 la sociedad turronera Viuda de Francisco Enrique Masiá en un catálogo de productos y tarifa de precios de su marca El Camello. En la década de los años 60 lo usa en los envases de cartón.
La gallinita ciega de Francisco de Goya fue empleado por Sucesores de Hijos de A. Galiana en un catálogo de precios.
Floreal de Pinazo fue usado por Primitivo Rovira e Hijos en 1967 para una tarifa de precios en cuya contraportada se reprodujo el cuadro de José Pinazo Martínez, de 1915, con primera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes por la delicada e intensa mirada de sus mujeres.
Garrigós, gran investigador de la historia de la industria turronera jijonenca, asegura en su artículo de la revista de fiestas de este año que los publicistas contratados por los turroneros usaron las obras de arte para vender especialmente en la segunda mitad de siglo XX.
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