Era frecuente en los años 60 del anterior siglo que muchos trabajadores, especialmente mujeres, de las grandes fábricas de dulces navideños como El Almendro, La Fama o El Lobo, enviaran poemas dentro del envase del turrón a Miami y Cuba, lo que dio pie a entablar amistades que aún hoy permanecen, como en la última generación de Hijos de Manuel Picó

El matrimonio Remedios Espí y Manuel López, con el bebé Manolet López, actual gerente de Hijos de Manuel Picó y marcas como Turrodelia o Longevity.
Internet, ese nuevo sistema global de comunicación que nació hace un cuarto de siglo y que tanto ha cambiado nuestras vidas, tiene un claro antecedente en Jijona, la cuna del turrón. Más aún en la variante o subcategoría de las redes sociales, esa suerte de plataforma que da pie a crear amistades, negocios y hasta ocio.
Corría la década de los años 60, en plena expansión del desarrollo económico tras la larga y calamitosa posguerra. Varias de las más afamadas y populares fábricas de turrón jijonencas iniciaban firmes apuestas por conquistar el mercado exterior, sobre todo el de los países de habla hispana y, más en concreto, Cuba, Argentina y Miami.
No se sabe muy bien por qué apareció la moda de enviar mensajes (la mayoría poemas desenfadados en los que se ensalta la bondad gastronómica del mejor dulce navideño). Si era fruto de la espontaneidad o si obedecía a una estrategia de márketing ‘viral’ de la época
No se sabe muy bien (lo hemos preguntado a muchos testimonios de Xixona, incluso a familiares y amigos) por qué apareció la moda de enviar mensajes (la mayoría poemas desenfadados en los que se ensalta la bondad gastronómica del mejor dulce navideño). Si era fruto de la espontaneidad o si obedecía a una estrategia de márketing ‘viral’ de la época. Pero la moda se consolidó entre las plantillas de las principales fábricas de turrón. Y empezaron a incluirse pequeñas notas, primorosamente colocadas entre el papel de celofán o el plástico del envase al vacío y el fondo de la caja de madera, muy frecuente entonces para el transporte internacional y presentación del producto final.
Esas notas llegaban a destinatarios absolutamente desconocidos. En infinidad de casos, ese ‘facebook’ dulce cuajó y hubo contestación. Arrancaba entonces una relación de amistad que perdura hasta las fechas a través incluso de la siguiente generación de emisor y destinatario. En no pocos casos, ha dado pie, incluso, al intercambio de visitas entre Jijona y multitud de ciudades de Miami, Argentina o Cuba.
Uno de estos casos lo expuso a la perfección en el año 2010 en el Programa (la revista de fiestas de Xixona que edita la asociación de moros y cristianos) Manuel López Espí, actual gerente de la afamada marca de turrones Hijos de Manuel Picó, que precisamene este año cumple la friolera de 250 años de antigüedad.
Manuel López Espí relata en su artículo en dicha publicación local una amistad ue entabló su madre (Remedios Espí Ramonell) con la familia Balboa de Cuba. «Hace más de medio siglo los jijonencos y jijonencas entablaban amistades enviando sus turrones a otros países, ya que dentro de las cajas de nuestros delicadlos productos enviábamos también amistad y poemas», explica López Espí en alusión a esa amistad que hizo su madre y que, a día de hoy, mantiene él como siguiente generación.
«Mi madre enviaba cartas, en su caso a Cuba, y llegó a tener una bonita relación con una familia originaria de este país. Estas familias, pasado el tiempo, se casaron, tuvieron hijos y continuaron su relación ya normalizada de correo habitual. En esas cartas, ya no había poemas, pero sí una bonita relación de amistad en la cual se contaban cómo iban los países, las dificultades de unos y otros para salir adelnte y también las alegrías de ambas familias, como los viajes de unos y otros», explica Manuel López.
En el caso de este hijo de trabajadora del turrón, que ahora es un respetado empresario jijonenco y muy innovador (Turrodelia, el primer turrón untable del mundo; turrón de horchata de chufa; turrón liofilizado; y turrón con azafrán de la DO La Mancha), esa relación se interrumpió, pero se retomó al cabo de un tiempo: «He aquí mi sorpresa y gracias a la tecnología, recibo un correo electrónico de un tal D. Manuel Balboa».
Este ciudadano cubano, que hace una década residía en Las Vegas, explicaba por correo que «en 1959 tenía una tienda de comestibles y en plena celebración de Navidad noté que los turrones de Jijona que teníamos a la venta se estaban vendiendo muy rápido, entonces fui a la bodega y al abrir otra caja de los mismos, creo que eran de la marca Monerris Planelles, al levantar la tapa encontré un papelito cuidadosamente doblado y quise mirar lo que era, resultó ser un poema que no se me ha olvidado y que decía así:
‘Adiós turrón exquisito
que de mis manos te vas
cuando llegues a ese país
quisiera hacer una amistad,
que me quiera contestar.’
Remedios Espí Ramonell
«Hoy por hoy, siguiendo los patrones que me enseñaron mis padres, continúo escribiendo a esta familia, a la que espero conocer muy pronto», acababa su relato Manuel López Espí.
Un de las muchas y preciosas historias humanas que logró la cajita de turrón, quizás el más auténtico de los orígenes de las redes sociales abanderadas ahora por empresas multinacionales como Facebook, Twitter o Instagram.
En la medida de nuestras posibilidades, les iremos contando más historias de amistad a través del turrón de Jijona. Hay unas cuantas en el pueblo dulce. Es cuestión de buscar testimonios y relatores, aunque ya tenemos a varios identificados.
A pesar de conocer bien la relación de mis Padres con la Familia Balboa me sigue emocionado recordar la noticia. Guardo celosamente las decenas de cartas y postales que recibía mi Madre, ella las guardaba con cariño, gracias.
Xixona y su turrón como precursores de Facebook y los chats hace más de medio siglo.