Los empresarios turroneros de Jijona, que el año 2017 vendieron 70.000 kilos del protegido y otras tantas del resto de variedades dulces, no se fiaron de enviar en 2018 al no asegurarles las empresas especializadas en garantizar el cobro de exportaciones, que se redujeron a 0 pastillas

Unas muestras de las variedades protegidas por la IGP Jijona y Turrón de Alicante, dos exquisiteces en cualquier época del año./MADE IN JIJONA
La profunda crisis institucional, polítifca, económica y social que vive Venezuela desde hace ya demasiados meses (y que se ha agravado en las últimas cuatro jornadas con el gran apagón eléctrico que sufre casi todo el país) le ha pasado factura al sector del turrón de Jijona. Y muy elevada. Al protegido con la IGP Jijona y Alicante (duro y blando) y al resto de variedades que se elaboran en el dulce municipio alicantino.
En concreto, la exportación ha pasado de 70.000 kilogramos (unas 21.000 tabletas en el caso del turrón con denominación y parecida cantidad en variedades de obrador como yema, yema tostada, mazapán, mazapán con fruta confitada, nata nuez…) a cero kilogramos. Un desplome histórico después de unos años en los que varias empresas jijonencas habían tratado de ahondar en ese mercado, antaño buen destino para los exportadores turroneros, para tratar de ir recuperándolo poco a poco.
Ante la incertidumbre después con el cobro, las empresas especializadas en asegurar la exportación no han realizado ni una sola operación con las turroneras jijonencas en la pasada campaña
El secretario general del Consejo Regulador de la IGP Jijona y Turrón de Alicante, Federico Moncunill, explica al blog Made in Jijona que la crisis ha pasado una elevada factura al sector. Y el motivo no es la ausencia de clientes, pues varias empresas medias y grandes exportadoras de Jijona tienen buenas relaciones comerciales con Venezuela. El problema principal ha residido en que las empresas españolas especializadas en la contratación del denominado seguro de la exportación no se han fiado y, finalmente, no han avalado ni una sola de las operaciones «ante la incertidumbre después con el cobro de los envíos», añade Moncunill.

Federico Moncunill, secretario general del Consejo Regulador de Jijona y Turrón de Alicante, en el hall de la sede./FOTO BERNAT SIRVENT
Así que el envío del turrón jijonenco para la Navidad de los venezolanos ha sido cero. Como suena. Una de cal y otra de arena. Como adelantó el blog Made in Jijona en exclusiva el viernes de la pasada semana, EE UU y China han autorizado la marca colectiva protegida de turrón Jijona y Alicante, un primer paso en firme para el reconocimiento total de la denominación y un trámite burocrático que supone un claro paraguas jurídico y administrativo. Con el fin de que los turroneros puedan incrementar sus ventas, especialmente en el gigante chino, donde son aún testimoniales.
Este trámite ya ha tenido consecuencias en el caso del gigante chino. Un empresario nipón había solicitado en su país el uso de la marca ‘Turrón de Jijona’ en los idiomas chino e inglés para la comercialización allí de chocolates. El Consejo Regulador de la IGP jijonenca se opuso, como es lógico, y el Gobierno de Pekín le ha dado la razón. El empresario chino no puede vender chocolates en su país bajo la denominación o marca ‘Turrón de Jijona’.
La relación exportadora de los turroneros con China no deja de ser aún testimonial. Pero no hay empresario dulce xixonenc que no pierda de vista, desde hace años, la forma de penetrar en un mercado potencial de casi 1.400 millones de consumidores.
Según los datos facilitados al dulce blog por el secretario del Consejo Regulador, Federico Moncunill, el sector de Jijona exportó el pasado año turrón con IGP Jijona y Alicante (el protegido) en un volumen de 500 kilogramos, lo que representa apenas 1.500 barras o tabletas de 300 gramos (el formato clásico, si fuera de 200 gramos más). Media tonelada que, hoy por hoy, no es nada pero que indica la apertura de un nuevo mercado absolutamente virgen para los turroneros jijonencos. “Hace poco no había nada de exportación de turrón protegido a China y ahora hay esto, más posiblemente el doble de variedades no protegidas como la yema, el mazapán o el chocolate variado, por lo que poco a poco se irá abriendo el camino”, añade Federico Moncunill.
La evolución de la venta en del gigante americano es caso aparte. Es un mercado claramente consolidado por el sector turronero de Jijona porque existe tradición de casi un siglo de consumo por parte de la población hispana, fundamentalmente la procedente de Cuba, Venezuela o Argentina. A partir de este sector de población, la costumbre de consumir turrón en Navidad en casi todos los estados de EE UU (aunque más en Nueva York, Florida y California) ha ido ‘in crescendo’ en las últimas décadas.
Un millón de tabletas a EE UU del protegido y el doble del resto de variedades de obrador
el pasado año se exportó turrón protegido Jijona y Alicante a EE UU por un volumen de 370.000 kilogramos, lo que supone, como destaca Federico Moncunill, la nada desdeñable cifra (traducido en modo ilustrativo) de un millón de pastillas o tabletas, suponiendo que sean del formato clásico más común de 300 gramos (formato que en el caso de España se está reduciendo en favor de 200 y 250 kilogramos a partir de la última crisis económica). EE UU representa el 60% de las exportaciones de turrones protegidos a todo el mundo por parte del sector de Xixona.

Detalle parcial de la planta de producción de Turrones El Lobo-1880.
Las acciones comerciales y de marketing para buscar nuevos clientes en el mercado exterior se van a focalizar este año en los destinos tradicionales. A saber, EE UU y Latinoamérica, aunque la profunda crisis que sufre Venezuela preocupa, y mucho, a los turroneros de Jijona, que en pocas semanas empezarán la campaña de producción destinada a la exportación.
Japón, Mercosur y Argentina, varios escenarios de actuación promocional y burocrática
Recientemente Japón, a través de un acuerdo bilateral, ha reconocido la IGP Jijona y Turrón de Alicante y el Consejo Regulador que preside José Enrique Garrigós está muy interesado en negociar con Mercosur, el mercado común que agrupa a Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, sobre todo por el mercado argentino. Se pretende compensar la caída de Venezuela con otros destinos como México, Puerto Rico y Cuba.
En relación a Argentina, como ya explicó hace unos meses el blog Made in Jijona, los intereses son crecientes después del importante incremento de ventas en 2017. El segundo país más grande de América Latina y el octavo con mayor extensión del planeta se erige ya en el cuarto cliente más importante de los turrones con y sin Indicación Geográfica Protegidos (IGP).
Por delante de Argentina se sitúa, como número uno en compras de turrón elaborado en Jijona, el estado estadounidense de Florida, por la gran tradición que hay en Miami debido a la llegada masiva de exiliados cubanos. Es precisamente Cuba el segundo gran cliente. Este país protagonizó el ‘gran pedido’ de Cuba en la mitad del pasado siglo al integrar su gobierno el turrón como ayuda oficial alimenticia.
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