Lo que queda del retablo de Santa Bárbara, tras el expolio en la ermita del mismo nombre a principios del siglo XX, tiene evidente interés artísitico y no son pocos los estudiosos que le atribuyen la autoría al taller o mano de Juan de Juanes y otros al mismo artista que pintó los restos del retablo mayor del Monasterio de la Faz Divina en el caserío alicantino
RETABLO DE SAN PEDRO Y SAN JUAN EN LA IGLESIA PARROQUIAL DE XIXONA
Las dos figuras son de cuerpo entero. San Pedro sujeta con su mano derecha las llaves del cielo, mientras con la izquierda se sujeta el manto. San Juan Evangelista con la mano derecha se dispone en intención de bendecir la copa, que sujeta con la mano izquierda, de la que surge un ‘drac’. Esta representación inconográfica alude a la persecución del santo por Diocesano en Efeso, quien le ordenó beber de una copa de vino envenenada y, cuando San Juan la alzó, el veneno huyó en forma de serpiente.
Las figuras se muestran en un exterior, situándose tras ellos un paisaje desornamentado y muy pobre. En las tablas destacan la forma de plegar los mantos y los enormes pies en relación a los cuerpos y a las manos.
Existen distintas teorías sobre la autoría. José Hilarión Verdú Candela defiende en su tesis doctoral ‘Lo Retrobament (Sexona, Xixona, Jijona: Recuperación de una villa real reconocible en sus monumentos a través de su Archivo de Protocolos Notariales S XV-XVI) que su autor es el mismo del retablo de Santa Bárbara, el maestro Rodrigo de Osona.
En 1988, Ximo Company y Lluísa Tolosa opinan que su autor es un pintor cercano a la pintura de los Llorens. Lorenzo Hernández Guardiola piensa que su autor puede ser Cristóbal Llorens I y que pudoser pintado entre 1591 y 1594, según el relato del vigente cronista oficial de Xixona, Bernardo Garrigós, en un libreto editado por el Ayuntamiento de Xixona a principios de los años 90 con motivo de la exposición titulada ‘Patrimoni Cultural de Xixona’.
RETABLO DE SANTA BÁRBARA EN LA IGLESIA PARROQUIAL DE XIXONA
Constituyen los restos de un retablo, lo que quedó de un expolio llevado a cabo en la ermita de Santa Bárbara de Xixona a principios del pasado siglo XX. El retablo está formado por la calle central, con Santa Bárbara portando su atributo, la torre en la que su padre la recluyó para que ningún hombre pudiera verla, con las tres ventanas aludiendo a la fe de Bárbara y al alma que recibía su luz por tres ventanas, que son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, desvelando así el Misterio de la Trinidad y la palma del Martirio en su mano derecha.
Otra de las piezas, con dos tablas, formaría parte de la calle lateral derecha. En ella se mustra, arriba, a Santa Bárbara escondida tras una roca para evitar que su padre la localizara, siendo delatada al mismo por un pastor. Debajo aparece la degollación de la santa a manos de su padre Dióscoro, ante el gobernador Marciano.
El tercer fragmento lo constituye la predela formada por tres cuadros en una sola pieza, representando, de izquiera a derecha del espectador, a San Sebastián, copatrono de Xixona, en su martirio; la Verónica con la Santa Faz; y San Antonio Abad, titular de la ermita del mismo nombre en el camino de Alcoy. Este último se representa con la vara, la campana y el fuego en su mano. Atributos característicos de su iconografía.
Afirma José Hilarión Verdú Candela que los fragmentos expoliados pueden ser la espina, en la que representaría una imagen del Calvario y la tabla de la calle izquierda, que la constituían otras dos escenas de la vida de la Santa.
La teoría de Hernández Guardiola y el retablo mayor de la Santa Faz a final del siglo XVI
Existen varias teorías sobre su autoría. El primer estudioso que habla del tema es Pascual Madoz en 1847 en su Diccionario Geográfico-Estadístico histórico de España: «otra ermita de Santa Bárbara con un solo altar de la santa, al que guarnecer algunos hermosos retablos en madera, obra del célebre Juanes (1510-1579) según se cree». Afirma Bernardo Garrigós, actual cronista oficial, que Rafael Navarro e Inmaculada vidal opinan en un libro que su autor es una persona vinculada al taller de Juan de Juanes. José Hilarión Verdú, en su tesis Lo Retrobament Sexona, Xixona, Jijona defiende que el autor es Rodrigo de Osona, representante de la pintura primitiva valenciana. Lorenzo Hernández Guardiola cree en su libro Gótico y Renacimiento en tierras alicantinas publicado en 1990 que su autor puede ser un artista de la comarca, que también pintaría los restos del retablo mayor de la Santa Faz en los últimos años del siglo XVI o muy primeros de 1600.
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