Las piñas de nieve (bola de masa de mazapán mejorado) eran antiguamente un artículo exclusivo para el aguinaldo de los propios trabajadores y maestros turroneros; ahora su comercialización se ha generalizado y a nosotros nos parece sobresaliente el resultado que adquiere con lágrimas de chocolate de la marca ‘El Castillo de Jijona’; tanto es así que esta semana hemos comprado el producto para el café de fin de semana
Ayer lo expliqué en mi cuenta personal de Twitter. Y hoy lo hago por aquí, en el blog del turrón, el único blog de su género en todo el mundo: Made in Jijona.
Sin duda alguna, uno de nuestros más gratos y placenteros descubrimientos en la última Navidad gastronómica ha sido esta piña de nieve con chocolate. Sí, como suena.
En realidad ni tiene sabor tropical a piña ni nada que se le fundó. Menos aún, a nieve.
La piña y la nieve es una forma de denominar figurativamente a una bola de mazapán de almendra de la mejor calidad, con su delicado sabor final a limón natural.
Encima, a la empresa artesana que lo elabora y comercializa (nosotros lo pudimos comprar aún la pasada semana en un centro de la cadena Alcampo, por cierto, la tienda más grande de turrón en España), la turronera El Castillo de Jijona, no se le ocurre más ocurrente y delicatessen idea que incrustar en toda la masa y ribetearla o culminarla con exquisitas lágrimas de chocolate.
Y para rematar la faena dulce, el maestro turronero tiene la brillante y feliz idea de revolcar la masa sobre polvo de canela de primerísimo aroma y sabor.
Glándulas pituitarias y gustativas
El resultado no puede ser otro que el de una suerte de orgasmo en el mismísimo corazón de las glándulas pituitarias y gustativas.
Pues la tal piña de nieve (bajo el subnombre genérico de Delicias de Jijona conforma una masa de textura extraordinariamente cremosa, diríase que esponjosa, si se tiene en cuenta que ya han transcurrido dos meses desde su elaboración y que mantiene, con cierre al vacío de celofán plástico, intactas todas sus características organolépticas.
Los habitantes del lugar más dulce del mundo consumen en Navidad productos únicos e inimitables
En la descripción sucinta del producto en el envase de color naranja, el nuevo diseño que lanzó la jijonenca Marca El Castillo de Jijona hace ahora dos años para llegar o aproximarse al consumidor millenial, se explica que «los habitantes del lugar más dulce del mundo consumen en Navidad productos únicos e inimitables». Se refiere esta casa turronera a que la piña de nieve (bola de mazapán mejorado en forma de piña, de ahí la denominación) se elaboraba de manera muy limitada para agasajar a los propios maestros y trabajadores de las empresas del turrón. Era una suerte de exquisitez extra en el aguinaldo del trabajador del turrón.
Es decir, un producto único e inimitable que ahora está al alcance de todos y de todos los bolsillos, especialmente en pasando los días puros y duros de la Navidad.
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